Terminar el día y encontrarte con un paquete de albóndigas precocinadas en el supermercado parece un salvavidas: rápido, sencillo y listo para el plato. Sin embargo, la OCU ha analizado con lupa varias opciones y ha comprobado que no todas ofrecen un sabor ni una calidad dignos de tu mesa.
Antes de dejarte llevar por la urgencia del momento, dedica un minuto a conocer el veredicto de los expertos. Verás por qué algunas marcas merecen tu confianza y por que otras conviene evitarlas. Así ahorrarás decepciones —y euros— en cada cena improvisada.
10Elige con conciencia

La próxima vez que te acerques al lineal de precocinados, detén el impulso y aplica los consejos de la Organización. Lee la etiqueta, huele el envase y busca texturas firmes al tacto si es posible.
Con este ejercicio, no solo evitas decepciones, sino que promueves un consumo más responsable. Al final, tu salud y tu paladar te lo agradecerán con creces…