Antonio Tejado atraviesa uno de los momentos más delicados de su vida, marcado por el temor a tener que regresar a prisión y por una relación familiar rota que parece difícil de recomponer. El que fuera uno de los rostros más reconocibles de la televisión andaluza permanece en libertad provisional mientras espera juicio, pero su entorno asegura que el recuerdo del tiempo que pasó en la cárcel le ha dejado una profunda huella emocional. Según estas fuentes cercanas, Tejado ha manifestado que no quiere volver a pasar por esa experiencia, que califica de traumática, y por ello vive con una ansiedad constante ante la posibilidad de que el tribunal lo declare culpable.
2Una familia completamente rota

A medida que se acerca la fecha del juicio, Antonio Tejado se muestra cada vez más reservado y reacio a realizar declaraciones públicas. Según fuentes cercanas, prefiere mantenerse en segundo plano y dejar que sean sus abogados quienes marquen la estrategia legal, consciente de que cualquier declaración fuera de lugar podría perjudicar su defensa. Esta actitud contrastaría con la imagen que antaño proyectaba en los platós de televisión, donde solía mostrarse locuaz y seguro de sí mismo. Hoy, en cambio, se le describe como una persona decaída, marcada por la tensión y el miedo constante a perder su libertad de nuevo.
El proceso judicial también podría suponer un punto de inflexión para la imagen pública de Tejado, ya muy desgastada tras sus repetidos escándalos. Aunque en el pasado supo capitalizar su fama como colaborador televisivo, las acusaciones actuales han dejado una profunda mancha sobre su reputación. Incluso quienes alguna vez lo defendieron o le dieron oportunidades en los medios han optado por el silencio o el distanciamiento. Su vinculación con delitos de tal gravedad ha alejado cualquier posibilidad inmediata de regresar al mundo del entretenimiento, y su futuro profesional resulta ahora más incierto que nunca.
Mientras tanto, la figura de María del Monte sigue siendo una de las más respetadas del panorama artístico, y el tratamiento prudente que ha dado al caso le ha valido el respaldo de su público. La artista ha preferido no dejarse llevar por declaraciones impulsivas ni airear sus sentimientos más profundos, aunque es evidente que la situación le ha afectado en lo más íntimo. La ruptura con su sobrino, con quien compartió momentos personales y familiares importantes, ha sido para ella una herida difícil de sanar. El juicio que se avecina no solo definirá el destino judicial de Tejado, sino también el cierre definitivo —o no— de una relación familiar marcada por la confianza rota.