El universo de La Promesa se llena ahora de intriga con la aparición de Esmeralda, un personaje tan atractivo como peligroso. Su participación no solo desajusta el statu quo de la serie, sino que teje una red de misterios suficiente para tomar al espectador en el extremo de la silla.
Interpretada por la versatil Julia Piera y esta joyera de prestigio esconde más de lo que deja expresar su exterior tan limpio. Su llegada al universo de La Promesa da un giro oscuro a la ficción, enlazando así un pasado con la muerte de Jana y el atentado que busca dar muerte a Curro. ¿Quién es en realidad Esmeralda? ¿Enemiga o amiga? La respuesta a esta pregunta podría ser capaz de determinar el destino de todos ellos en La Promesa.
3EL FUTURO DE LA PROMESA

Los capítulos que están por venir aportan revelaciones y descubrimientos explosivos. Esmeralda no es un personaje efímero, sino que se torna una pieza fundamental de una de las muchas conspiraciones que se ciernen sobre la historia y que están destinadas a destapar secretos que permanecieron enterrados durante años. La relación de Esmeralda con Lope y Curro se complicará para dar paso a nuevas pistas que los obligarían a la vez a moverse entre determinado peligro y determinada peligrosidad.
¿Tendrán tiempo de descifrar el código antes de poner sus vidas en la balanza? ¿Terminarán, como otros personajes de su historia, por convertirse en una víctima más de esta intrincada red? Por otro lado, el arco argumental de Esmeralda enlaza con los orígenes de la propia La Promesa, realizando insinuaciones y aproximaciones con el hecho de que nos hallemos ante un pasado que guarda ciertas similitudes con la mansión Marqués de Luján, con lo que la historia despuntaría por un drama histórico notable.
Esta conexión podría dar pie a que la serie avanzase hacia su signo particular, aunque también confluya en la historia que trata conflictos sociales que van más allá de la intriga contemporánea y actual. Además, la historia de Esmeralda podría afectar a personajes como Manuela o Alberto, cuyos argumentos piden a gritos una sacudida. Julia Piera ha puesto la serie en órbita con un personaje casi perfecto.
Su Esmeralda apela a lo inesperado: es elegante, calculadora y, lo que es más interesante aún, imprevisible. La llegada del personaje al guion hace que La Promesa entre en una nueva fase, donde la intriga y el suspense se entremezclan con un drama humano intensamente doloroso. Una cosa está clara: nada volverá a ser igual en la mansión de los Marqués de Luján.