domingo, 25 mayo 2025

La postura al dormir que te da más arrugas: el truco para amanecer con la piel lisa

La preocupación por las arrugas es casi tan antigua como el ser humano, una batalla constante contra el paso del tiempo que se libra en muchos frentes, y uno de ellos, sorprendentemente, es nuestra propia cama. Resulta que la forma en que decidimos dormir cada noche podría estar añadiendo líneas de expresión a nuestro rostro sin que apenas nos demos cuenta, convirtiendo nuestro descanso en un aliado inesperado del envejecimiento cutáneo si no tomamos ciertas precauciones.

Publicidad

Piénsalo bien: pasamos aproximadamente un tercio de nuestra vida con la cabeza apoyada en la almohada, un tiempo considerable durante el cual la piel puede sufrir presiones y fricciones que, noche tras noche, van dejando su huella. La buena noticia es que, al igual que elegimos cremas y tratamientos, también podemos elegir cómo dormir para minimizar este impacto, y descubrir ese pequeño truco puede marcar una gran diferencia al mirarnos al espejo cada mañana, buscando esa anhelada piel lisa y descansada.

4
ALIADOS NOCTURNOS: MÁS ALLÁ DE LA POSICIÓN AL DORMIR

Fuente Pexels

Si cambiar de postura resulta una misión imposible, o simplemente queremos añadir un extra de protección, existen otros elementos que pueden ayudar a mitigar el impacto de la fricción en nuestra piel. Las fundas de almohada de seda o satén, por ejemplo, ofrecen una superficie mucho más suave y deslizante que el algodón, reduciendo la tracción sobre la piel y el cabello cuando nos movemos al dormir, lo que puede minimizar tanto las arrugas como el encrespamiento capilar.

Además de la elección del tejido, en el mercado existen almohadas con diseños ergonómicos específicos, pensadas para minimizar el contacto facial o para facilitar la postura boca arriba, que pueden ser una inversión interesante. No hay que olvidar tampoco la importancia de una buena rutina de cuidado facial antes de dormir, asegurándonos de que la piel esté bien hidratada y nutrida con productos que fomenten la reparación celular nocturna, complementando así los beneficios de una buena postura.


Publicidad