Isabel Pantoja ha dado un giro inesperado en su vida pública y profesional al emprender una ofensiva legal sin precedentes que ha sacudido los cimientos del mundo del espectáculo y del corazón. Tras meses envuelta en rumores sobre su estado de salud, la cancelación de conciertos y continuos conflictos familiares, la tonadillera ha decidido pasar a la acción con una contundencia inusitada: ha interpuesto una macrodemanda que alcanza a periodistas, colaboradores televisivos, antiguos amigos y hasta personal sanitario. La cantante, que en los últimos tiempos había permanecido en un silencio cada vez más hermético, ha roto su mutismo para llamar personalmente al juez e informar, punto por punto, de los agravios que, en su opinión, ha sufrido. Su relato ha abierto una causa judicial que ya está siendo calificada como un escándalo de proporciones mayúsculas, con múltiples frentes y con consecuencias que podrían extenderse durante años.
1El escándalo de Isabel Pantoja

Según la información desvelada por el canal La familia de la tele, Isabel Pantoja habría justificado su demanda por una serie de hechos que, asegura, han dañado gravemente su imagen pública y su actividad profesional. El detonante principal sería la difusión, según ella injustificada e incierta, de informaciones sobre su salud, que habrían circulado entre programas de televisión, redes sociales y medios digitales en los últimos meses. Estas noticias, que apuntaban a un supuesto deterioro físico o emocional de la artista, habrían afectado directamente a la confianza de promotores y organizadores de eventos, provocando cancelaciones y, en consecuencia, importantes pérdidas económicas.
La cantante no solo niega que estas informaciones tengan base real, sino que señala a responsables concretos de haberlas filtrado desde su entorno más próximo. Entre ellos figura Mariló de la Rubia, quien durante años fue una de sus amigas más estrechas y confidente habitual. La relación se rompió abruptamente tras sospechas de que Mariló habría sido una de las fuentes de dichas filtraciones a la prensa. La demanda también incluye al hospital de Córdoba donde Pantoja recibió tratamiento médico, al considerar que se ha incurrido en un posible delito de revelación de secretos médicos.
Pero la lista de señalados no acaba ahí. La demanda alcanza también a Dulce Delapiedra, antigua niñera del clan Pantoja y figura recurrente en los platós de televisión, por haber relatado en directo que la cantante intentó agredirla con unas tijeras. Aunque Dulce retiró esas declaraciones apenas 24 horas después, el daño ya estaba hecho. Isabel Pantoja no ha considerado suficiente la rectificación y ha decidido incluirla igualmente en la querella. Este episodio ha provocado un nuevo cruce de declaraciones entre miembros del entorno familiar, y ha llevado a Isa Pantoja, hija de la artista, a pronunciarse públicamente. Aunque no apoya frontalmente a su madre, Isa ha querido respaldar a Dulce, con quien mantiene una estrecha relación desde la infancia. «Yo estuve allí», ha afirmado, dejando entrever que conoce detalles del episodio y defendiendo el derecho de Dulce a contar su experiencia siempre que lo haya hecho con el asesoramiento legal pertinente.