Primero fueron las patatas, y ahora le ha tocado el turno a los tomates. Los productores españoles están viendo que las grandes superficies como Lidl, Carrefour y Alcampo les dan la espalda en algunos productos básicos como el tomate. Un producto que han tomado la decisión de no vender bajo el lema de ‘producto de proximidad’.
En las últimas campañas, se constata una creciente presencia en los lineales de Alcampo, Lidl y Carrefour, entre otras cadenas de distribución, de tomates cherry que llevan en su etiquetado el “Origen Marruecos” cuando se trata de empresas agro exportadoras que tienen una significativa producción en el Sáhara Occidental.
«Las menciones particulares exigidas por las normas de comercialización deben aparecer de forma visible en el envase y/o en el etiquetado. Para evitar fraudes y situaciones que induzcan a error a los consumidores, la información exigida por las normas debe estar a disposición de estos antes de la compra, en especial, tratándose de la venta a distancia, en la que la experiencia ha revelado riesgos de fraude y de elusión de la protección a los consumidores proporcionada por las normas», se explica en la Sentencia del Tribunal de Justicia con fecha de 4 de octubre de 2024.

ALDI, LIDL Y ALCAMPO Y SUS FALSAS ETIQUETAS EN LOS TOMATES
En este contexto, el año pasado ya quedó claro que los diferentes supermercados -Lidl y Alcampo entre otros- debían de especificar en los envases de las frutas y hortalizas la procedencia de estos, y que no podía seguir notificando como Marruecos. Un acuerdo comercial con una duración de 12 meses para los agricultores.
Sin ir más lejos, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), exige al Ministerio de Consumo que aplique la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea respecto al control del etiquetado de los productos procedentes del Sáhara Occidental, eso sí, en territorio español.
ETIQUETAS ENGAÑOSAS QUE LLEVAN A ERROR POR PARTE DEL CONSUMIDOR
«Se está produciendo una vulneración de los derechos de quien consume estos productos porque estas grandes empresas producen en el Sáhara Occidental para la exportación y sorprendentemente, nadie ha visto una hortaliza etiquetada con este origen en toda la Unión Europea», señala el responsable del sector de frutas y hortalizas de COAG, Andrés Góngora.
Además, la importación del tomate marroquí no es algo novedoso, ya que llevan con ello desde 2021. El problema se encuentra en los fitosanitarios que en Europa están prohibidos y no los dejan tratar con muchos productos, y, en cambio, en Marruecos nadie los controla. Una agravante más a las diferencias de controles para los agricultores españoles frente al resto de agricultores.

«Parece claro que hay una ocultación intencionada del origen real de los productos, dañando los intereses de consumidores, pero también de productores y de la propia población saharaui. Esto no puede dejarse pasar por las autoridades competentes, más si cabe cuando hay una sentencia judicial clara y de aplicación inmediata desde su aplicación en octubre», expresa Góngora.
Si bien, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos ha defendido en reiteradas ocasiones que el Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Marruecos vulneraba y vulnera los derechos de las personas consumidoras en la UE, y no es acorde a la legislación europea de etiquetado de frutas y hortalizas. Limitando así la capacidad de los consumidores para discernir claramente si unos productos etiquetados como originario de Marruecos procede de este Reino, o bien procede del Sáhara Occidental.
LA LEY PROTEGE AL SÁHARA Y A SU PUEBLO
En este sentido, la sentencia del Tribunal de Justicia señalaba que había que suponer la exclusión definitiva de las producciones del Sahara de los beneficios arancelarios concedidos a los productos marroquíes, y establecer medidas de identificación y control sobre estas producciones. Además, el Tribunal de Justicia Superior de la UE reconoció que se estaban comercializando productos cultivados en el Sáhara como marroquíes.
«El territorio del Sáhara Occidental no forma parte del territorio del Reino de Marruecos y que, por consiguiente, el etiquetado que indica que los productos de que se trata en el litigio principal son originarios de Marruecos infringe las disposiciones del Derecho de la Unión relativas a la información facilitada al consumidor sobre el origen de las frutas y hortalizas comercializadas», señalan en la Sentencia del Tribunal de Justicia.

En conclusión, la sentencia era clara. La indicación del país de origen que debe figurar en los tomates y los melones de que se trata, únicamente podrá designar el Sáhara Occidental, ya que dichos productos se recolectan en ese territorio. En efecto, dicho territorio es distinto del de Marruecos y un territorio aduanero en el sentido del Derecho de la Unión.
Si bien, cualquier otra indicación que se vea en los envases podría hacer pensar al consumidor que esos productos, concretamente, hablando de los tomates, proceden de un lugar distinto del territorio en el que se recolectaron.