La sospecha planea sobre la familia De la Reina en la novela de Sueños de Libertad. La tragedia familiar ha sido transformada en un embrollo de engaños, movimientos furtivos y secretos enterrados. Damián, el cabeza de familia, está persuadido de una incómoda verdad: su hijo Jesús no se suicidó.
Begoña y Andrés siguen las pistas de un extraño pago a Ricardo Górriz, mientras ciertos personajes son tragados por las sucesiones de un pasado que se resiste a quedar olvidado. En el próximo capítulo se discuten las claves de una narración que enlaza crimen y traición, redención.
2LAS CONSECUENCIAS DEL ROBO

Robar la furgoneta fue un duro golpe para el proyecto que los De la Reina impulsaban para poner en marcha una venta a domicilio en Sueños de Libertad. Carmen acude a Don Pedro en busca de soluciones, pero se enfrenta a una respuesta inesperada por parte del empresario que declara muerto el proyecto; la desconfianza que muestra acerca de la viabilidad del proyecto deja a Marta y Tasio en una situación muy comprometida.
La tensión en el taller es muy fuerte y cuando Don Pedro se entera de que fue Claudia quien cometió el descuido que permitió el robo, estalla en cólera y lanza un “Esto no es un juego” a Marta, como si ella hubiera tenido también responsabilidad. Tasio, no obstante, no se da por vencido, sigue una pista que lo lleva hasta un almacén abandonado donde descubre la furgoneta y a alguien inesperado. El hallazgo comprobará lo que barajaba como hipótesis: el sabotaje fue intencionado y forma parte de una estrategia más amplia.
Fina es el refugio que busca Marta, entre las exigencias de Pedro y los problemas en casa. «Ya no sé cuánto más aguantar», confiesa, y la madre, Doña Clara, sigue criticando que no le hace caso y que siempre está haciendo otras cosas: «Nunca tienes tiempo para mí». Damián, de tanto recibir reproches, la corta de un soplido. Duelen las palabras, pero vale la pena. En esta casa es imposible fingir.