La OPEP+ está combatiendo el célebre drill, baby, drill («perfora, cariño, perfora») de Donald Trump en sus mismos términos. Según una investigación de mercado llevada a cabo por Reuters, el bloque, formado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y su ‘círculo exterior’, con Rusia a la cabeza, ha orquestado milimétricamente sus incrementos de producción para sabotear la rentabilidad de la extracción de petróleo de esquisto en Estados Unidos.
A principios de abril, la OPEP+, formada por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y su círculo cercano de aliados, encabezado por Rusia, decidió incrementar el flujo de crudo que inyecta en el mercado, condenando al valor a caer en picado. La organización anunció su intención de acelerar sus planes de aumento de producción, entregando 411.000 barriles diarios (bpd) al mercado en mayo, en lugar de los 135.000 bpd previamente establecidos.
Este movimiento ha hundido aún más los vaticinios sobre los precios petroleros, que actualmente se sitúan en la horquilla de los 65 dólares por barril para el crudo Brent, de referencia en Europa. Recientemente, el banco de inversión Jefferies ha rebajado 10 dólares por barril su previsión para la cotización del ‘oro negro’ en los próximos dos años, lo que ha llevado a fuertes contracciones en las perspectivas de gigantes del sector, como BP.
LA MAQUIAVÉLICA ESTRATEGIA DE LA OPEP+
El plan de la OPEP+, que la organización ya intentó en el pasado, consiste en derribar los precios del crudo para que el bombeo de esquisto -consistente en sacar el petróleo de los depósitos mediante una cara técnica de fractura hidráulica conocida como fracking– pierda su rentabilidad debido al exceso de costos. De este modo, el bloque liderado por Arabia Saudí recuperaría parte de la cuota de mercado que ha ido a parar a EEUU, actual mayor productor del mundo.
Los precedentes, sin embargo, no favorecen a los integrantes del cártel petrolero. La información de Reuters recuerda que la última guerra de precios de la OPEP contra los productores estadounidenses, hace diez años, terminó en fracaso, ya que los avances en tecnología y perforación permitieron a las empresas de petróleo de esquisto de Estados Unidos reducir costos, competir con precios más bajos y, en los años siguientes, ganar cuota de mercado frente al grupo de doce miembros.
Sin embargo, la producción de Estados Unidos es ahora más vulnerable a una guerra de precios, ya que los productores de petróleo de esquisto de Estados Unidos han experimentado un aumento de costos en los últimos tres años. Sus ingresos también están disminuyendo debido a la caída de los precios mundiales del petróleo, relacionada en parte con las consecuencias económicas de las políticas arancelarias del presidente Donald Trump.
PARA QUE LA DESVALORIZACIÓN DEL CRUDO LLEGUE A PERJUDICAR A LOS PRODUCTORES ESTADOUNIDENSES DE ESQUISTO, LOS PRECIOS TENDRÍAN QUE caer POR DEBAJO DE LA HORQUILLA DE 55.60 DÓLARES POR BARRIL
Además, los aumentos en la producción de la OPEP+ coinciden con el agotamiento de las zonas de mayor calidad en el mayor campo petrolífero de Estados Unidos, la Cuenca Pérmica. A medida que los productores se trasladan a zonas secundarias, los costos de producción aumentan. La inflación ha incrementado aún más esos costos.
Reuters habló con diez delegados de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, así como con fuentes del sector informadas por Arabia Saudita o Rusia sobre su estrategia de producción.
Recuperar parte de la cuota de mercado es una de las motivaciones de la decisión de aumentar la producción más rápidamente de lo que se había planeado anteriormente, según cuatro de las diez fuentes consultadas, aunque ninguna afirmó que la estrategia constituya todavía una guerra de precios.
Para afectar a los productores de esquisto en la actualidad, la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados tendría que hacer que los precios del petróleo bajen de su nivel actual de aproximadamente 65 dólares por barril a menos de 55-60 dólares, dijeron las fuentes de Reuters.