Cada cierto tiempo, ese ligero y constante vibrar del volante te avisa de que ha llegado el día de sustituir los neumáticos. No es un mero trámite: esos anillos de goma son los guardianes de tu seguridad y la de quienes te acompañan. Elegir el neumático inadecuado puede transformar un tramo sencillo en un riesgo innecesario.
La OCU lleva años evaluando productos de consumo y, en su último estudio sobre neumáticos para turismos, ha dejado claro que no todos valen lo que cuestan. Hoy descubrirás cómo identificar el peor comprado, por qué no caer en la tentación de la oferta más barata y qué criterios seguir para que tu próximo cambio sea a prueba de imprevistos.
1El imperativo de la OCU en seguridad vial

Cuando hablamos de neumáticos, la OCU no se anda con rodeos: estos elementos son el único punto de contacto entre tu coche y el asfalto. Su informe clasifica las cubiertas en tres grupos—buenas, aceptables y malas—para que comprendas en un vistazo qué marcas merecen tu confianza.
En este análisis, la organización tiene muy en cuenta la frenada en seco, el agarre en mojado y la durabilidad. De nada sirve un precio ajustado si al primer charco se compromete la tracción y, por tanto, tu integridad. Con lo que paga el seguro, te toparías con facturas muy superiores a las que ahorras con una pieza de baja calidad.