sábado, 12 julio 2025

Descubre cómo los japoneses mantienen la línea comiendo de todo: el método ‘Hara Hachi Bu’ que querrás probar

Parece un enigma sacado de una novela de misterio, esa capacidad casi sobrenatural que tienen en Japón para disfrutar de una gastronomía rica y variada sin que la báscula se convierta en su peor pesadilla. Lo cierto es que detrás de esta envidiable silueta se esconde un secreto ancestral, una filosofía de vida aplicada a la alimentación conocida como Hara Hachi Bu, que se traduce aproximadamente como «come hasta estar al ochenta por ciento lleno». Esta práctica, lejos de ser una dieta restrictiva más, se erige como un pilar fundamental de su longevidad y bienestar, invitándonos a replantear nuestra relación con la comida y, sobre todo, con las señales de nuestro propio cuerpo.

Publicidad

La vorágine del día a día en Occidente nos empuja a menudo a comer con prisa, casi sin saborear, engullendo más de lo que necesitamos antes de que nuestro cerebro reciba la señal de saciedad. Este desajuste es precisamente lo que el método Hara Hachi Bu busca corregir, proponiendo una pausa consciente, un momento de escucha interna que nos permita detenernos justo antes de alcanzar esa plenitud que roza el exceso. No se trata de pasar hambre, ni mucho menos de renunciar a los placeres culinarios, sino de cultivar una moderación inteligente que, como veremos, trae consigo beneficios que van mucho más allá de mantener la línea y que podrían revolucionar nuestra forma de entender la nutrición.

4
ADAPTANDO EL ‘HARA HACHI BU’ AL PALADAR OCCIDENTAL: UN RETO POSIBLE

Fuente Pexels

Aunque el Hara Hachi Bu tiene sus raíces en la cultura japonesa, sus principios son universales y perfectamente adaptables a cualquier tipo de gastronomía, incluida la rica y variada dieta mediterránea. No se trata de empezar a comer sushi a diario si no es de nuestro agrado, sino de aplicar la filosofía de la moderación y la escucha activa a nuestros platos tradicionales, disfrutando de una paella, un cocido o unas tapas con la conciencia de parar antes de sentirnos completamente llenos. La clave está en la intención y en la atención que ponemos en el acto de comer.

Puede que al principio cueste un poco identificar ese ochenta por ciento de saciedad, especialmente si estamos acostumbrados a comer hasta el límite o a repetir plato sistemáticamente. Sin embargo, con paciencia y práctica, nuestro cuerpo aprenderá a enviarnos señales más claras, y nosotros aprenderemos a interpretarlas correctamente, convirtiendo el comer en una experiencia más consciente y placentera, no en una carrera por terminar lo que hay en el plato. Se trata de un viaje personal de autoconocimiento que, al igual que el Hara Hachi Bu original, busca el equilibrio y el bienestar duradero.


Publicidad