Parece un enigma sacado de una novela de misterio, esa capacidad casi sobrenatural que tienen en Japón para disfrutar de una gastronomía rica y variada sin que la báscula se convierta en su peor pesadilla. Lo cierto es que detrás de esta envidiable silueta se esconde un secreto ancestral, una filosofía de vida aplicada a la alimentación conocida como Hara Hachi Bu, que se traduce aproximadamente como «come hasta estar al ochenta por ciento lleno». Esta práctica, lejos de ser una dieta restrictiva más, se erige como un pilar fundamental de su longevidad y bienestar, invitándonos a replantear nuestra relación con la comida y, sobre todo, con las señales de nuestro propio cuerpo.
La vorágine del día a día en Occidente nos empuja a menudo a comer con prisa, casi sin saborear, engullendo más de lo que necesitamos antes de que nuestro cerebro reciba la señal de saciedad. Este desajuste es precisamente lo que el método Hara Hachi Bu busca corregir, proponiendo una pausa consciente, un momento de escucha interna que nos permita detenernos justo antes de alcanzar esa plenitud que roza el exceso. No se trata de pasar hambre, ni mucho menos de renunciar a los placeres culinarios, sino de cultivar una moderación inteligente que, como veremos, trae consigo beneficios que van mucho más allá de mantener la línea y que podrían revolucionar nuestra forma de entender la nutrición.
2LOS PILARES DEL ‘HARA HACHI BU’: PEQUEÑOS CAMBIOS, GRANDES RESULTADOS

Aplicar el Hara Hachi Bu en nuestra rutina diaria no implica una transformación drástica de nuestros hábitos alimenticios de la noche a la mañana, sino más bien la incorporación paulatina de ciertas pautas sencillas pero efectivas. Una de las claves reside en comer más despacio, masticando bien cada alimento, lo que da tiempo al cerebro, aproximadamente unos veinte minutos, para registrar las señales de saciedad que envía el estómago. Utilizar platos más pequeños también puede ser de gran ayuda, ya que visualmente nos da la sensación de una porción abundante, aunque en realidad estemos consumiendo menos cantidad, un truco psicológico que engaña a nuestro cerebro de forma positiva.
Otro aspecto fundamental es la elección de alimentos nutritivos y poco procesados, ricos en fibra, como verduras, frutas, legumbres y cereales integrales, que contribuyen a una mayor sensación de saciedad con menos calorías. El Hara Hachi Bu no prohíbe ningún alimento, pero sí fomenta una predilección por aquellos que nutren de verdad, permitiendo disfrutar ocasionalmente de caprichos sin que estos desequilibren el cómputo global de nuestra ingesta. La hidratación también juega un papel crucial; beber agua antes y durante las comidas puede ayudar a llenar el estómago y a distinguir mejor entre el hambre real y la sed o la ansiedad.