El nuevo episodio de Sueños de Libertad se anticipa que cambiará las tornas de la historia en la que las decisiones llevadas a cabo a la fuerza protagonizarán el destino de varios personajes, en el que la furgoneta con las muestras para Galerías Miranda no es un robo como tal: es un artefacto explosivo que ponía de manifiesto secretos y alianzas rotas.
Un contexto en el que Carmen y Claudia se introducen en callejones peligrosos de Toledo, y en el que Don Pedro hace un movimiento que tendrá lugar que definirá su vínculo con Digna y María; en el que los celos, las traiciones y las promesas no cumplidas se entrelazan en un entramado de tensiones que estallarán antes de lo que se puede llegar a sospechar.
3ALIANZAS INESPERADAS Y HERIDAS ABIERTAS

Mientras Toledo se convierte en un polvorín, dos personajes inesperados–Teo y Julia–encuentran puntos comunes en su trayecto. A pesar de que su primer encuentro fue frío, pronto empiezan a descubrir sus afinidades que podrían cambiar el tablero. «Supongo que no somos tan distintos», afirma Julia, entre tanto Joaquín informa a Don Agustín sobre la donación desaparecida.
En la casa de los De la Reina, a causa de la fractura de brazo de Doña Clara, Marta y Pelayo deben llevar a la enferma con ellos; su llegada a la residencia de los De la Reina hace presagiar tensiones, sobre todo con Don Pedro y Digna. «No voy a ser una carga, pero al mismo tiempo, no me voy a callar», señala Clara sentado en la cocina, dejando claro que esa casa no le parecerá un lugar donde ser espectadora.
El capítulo finaliza con más preguntas que respuestas, pero sí que hay algo claro: el robo de la furgoneta es solo el anticipo a una tormenta que va a ser imposible parar. Mientras Carmen y Claudia asumen como inminente un peligro, Don Pedro y María entablan una lucha sin cuarteles que podría cambiar totalmente el futuro de todas las familias que aparecen simpáticas. ¿Quién ganará?