Cuando llega la primavera, muchos vivimos atrapados en una batalla diaria contra la congestión nasal, la picazón en los ojos y los estornudos sin fin. Esa sensación de no poder respirar a gusto ni un minuto puede arruinarte los paseos al aire libre y convertir un día soleado en una tortura constante.
Sin embargo, con unos ajustes sencillos en tu rutina y en tu hogar, puedes rebajar esa reacción exagerada al polen y volver a sentir la brisa suave sin miedo a un ataque de alergia primaveral. Te explico mis trucos favoritos, probados de verdad, para que recuperes el placer de admirar las flores sin renegar en cada inhalación.
6La limpieza del hogar: no subestimes el aspirador y la mopa húmeda

Mantener limpias las superficies donde se posa el polvo y el polen es un aliado fundamental contra la alergia primaveral. Utilizar un buen aspirador con filtro HEPA y pasar una mopa húmeda sobre el suelo y los muebles elimina las partículas que se depositan a diario.
Haz de ese hábito una rutina semanal, y notarás como baja de forma apreciable la frecuencia de tus estornudos dentro de casa. Además, limpiar las cortinas y lavar la ropa de cama con agua caliente una vez por semana evita que esos alérgenos se queden atrapados y vuelvan a tu cara cuando menos lo esperas.