Cuando llega la primavera, muchos vivimos atrapados en una batalla diaria contra la congestión nasal, la picazón en los ojos y los estornudos sin fin. Esa sensación de no poder respirar a gusto ni un minuto puede arruinarte los paseos al aire libre y convertir un día soleado en una tortura constante.
Sin embargo, con unos ajustes sencillos en tu rutina y en tu hogar, puedes rebajar esa reacción exagerada al polen y volver a sentir la brisa suave sin miedo a un ataque de alergia primaveral. Te explico mis trucos favoritos, probados de verdad, para que recuperes el placer de admirar las flores sin renegar en cada inhalación.
5Protege tus ojos con gafas envolventes

Los ojos suelen ser la primera línea de batalla contra la alergia primaveral: se enrojecen, lagrimean y pican sin aviso. Unas gafas de sol envolventes, con montura cerrada, pueden desviar gran parte del polen que vuela a la altura de tu cabeza.
No hace falta gastarse una fortuna en lentes de diseño; bastan unas gafas deportivas o un modelo de natación adaptado para el día a día… Esa barrera física te regala minutos de descanso visual y reduce la necesidad de frotarte los ojos, uno de esos gestos que empeoran la irritación.