Cuando llega la primavera, muchos vivimos atrapados en una batalla diaria contra la congestión nasal, la picazón en los ojos y los estornudos sin fin. Esa sensación de no poder respirar a gusto ni un minuto puede arruinarte los paseos al aire libre y convertir un día soleado en una tortura constante.
Sin embargo, con unos ajustes sencillos en tu rutina y en tu hogar, puedes rebajar esa reacción exagerada al polen y volver a sentir la brisa suave sin miedo a un ataque de alergia primaveral. Te explico mis trucos favoritos, probados de verdad, para que recuperes el placer de admirar las flores sin renegar en cada inhalación.
4Evita salir al aire libre en las horas punta de polinización

El conteo de polen suele alcanzar su pico entre las once de la mañana y las tres de la tarde, justo cuando el sol calienta con más fuerza. Si organizas tus salidas a primera hora o al atardecer, reduces drásticamente tu exposición al polen que provoca la alergia primaveral.
Descárgate una app o consulta la web especializada en cuenta de polen de tu zona, y planifica tus paseos, tu deporte al aire libre o incluso las tareas de jardinería justo antes o después de esas horas críticas. Con un simple cambio de horario, sentirás menos picor en los ojos y menos necesidad de estornudar sin parar.