Letizia ha vuelto a acaparar titulares. Esta vez, el escenario fue la misa inaugural del papa León XIV, un evento cargado de simbolismo, solemnidad y, por supuesto, de normas de protocolo que no todos se atreven a tocar. Y aunque llegó impecable y elegante como siempre, algunos detalles de su atuendo encendieron la polémica.
Según María José Gómez Verdú, reconocida experta en protocolo y etiqueta, lo que hizo Letizia fue más una reinterpretación que un fallo. Así lo expresó en una entrevista exclusiva concedida al portal Lecturas, medio que ha seguido de cerca cada detalle del debut oficial del nuevo Pontífice.
5La mantilla sin peineta: otro gesto sutil de modernidad

Además del vestido y los zapatos, otro gesto que llamó la atención fue la ausencia de peineta bajo la mantilla blanca. Aunque esta prenda es habitual en eventos religiosos formales, las reinas españolas tienen la opción de lucirla con peineta, algo que Letizia decidió no hacer.
Gómez Verdú explica en Lecturas que esta decisión no supone una ruptura del protocolo, sino una muestra de sobriedad y elegancia contemporánea. Al cubrir su cabeza con una simple mantilla de encaje, de la firma andaluza Lina Sevilla, la reina reafirma su respeto a la tradición pero sin necesidad de ostentación. “La omisión de la peineta puede interpretarse como un gesto de discreción y adaptación contemporánea”, afirma la experta.