Manipular la matrícula de tu coche para eludir radares o cámaras suena a ingenio, pero la DGT no lo ve así: lo considera una falta muy grave. Si juegas con pegatinas reflectantes, imanes o dispositivos electrónicos, estás sembrando un problema que puede llegar a costarte hasta 6.000 euros y seis puntos de tu permiso.
Cada vez que te plantees cubrir un dígito o usar trucos de “hoja magnética”, recuerda que la matrícula es el “DNI” de tu vehículo y la DGT vigila su legibilidad con lupa. Un descuido y el viaje tranquilo se convierte en un pantallazo de radar y papeleo en comisaría.
7Cómo reconocer un control que busca matrículas manipuladas

Detrás de un radar fijo o una cámara de peaje, la DGT analiza la uniformidad de la placa: sombras, reflejos anómalos y bordes irregulares llaman su atención. Un simple destello distinto es suficiente para activar la revisión manual.
Si notas un coche camuflado o un agente señalando tu matrícula, no asumas que te sancionan por velocidad: podrían estar comprobando si la placa cumple con los estándares de visibilidad. Mantén la calma y ofrece tu colaboración.