Manipular la matrícula de tu coche para eludir radares o cámaras suena a ingenio, pero la DGT no lo ve así: lo considera una falta muy grave. Si juegas con pegatinas reflectantes, imanes o dispositivos electrónicos, estás sembrando un problema que puede llegar a costarte hasta 6.000 euros y seis puntos de tu permiso.
Cada vez que te plantees cubrir un dígito o usar trucos de “hoja magnética”, recuerda que la matrícula es el “DNI” de tu vehículo y la DGT vigila su legibilidad con lupa. Un descuido y el viaje tranquilo se convierte en un pantallazo de radar y papeleo en comisaría.
2Métodos más comunes y por qué fallan

Los trucos más usados incluyen cubiertas de silicona que se retiran con un tirón, “hojas” magnéticas programables y apps que desactivan la visibildad electrónica. Su aparente facilidad engaña a muchos, pero los radares modernos superan esos filtros.
Estas artimañas no solo fracasan, sino que empeoran tu posición. La DGT emplea cámaras de alta definición y algoritmos que detectan irregularidades de contraste o reflejos sospechosos, revelando tu intento de camuflaje.