Manipular la matrícula de tu coche para eludir radares o cámaras suena a ingenio, pero la DGT no lo ve así: lo considera una falta muy grave. Si juegas con pegatinas reflectantes, imanes o dispositivos electrónicos, estás sembrando un problema que puede llegar a costarte hasta 6.000 euros y seis puntos de tu permiso.
Cada vez que te plantees cubrir un dígito o usar trucos de “hoja magnética”, recuerda que la matrícula es el “DNI” de tu vehículo y la DGT vigila su legibilidad con lupa. Un descuido y el viaje tranquilo se convierte en un pantallazo de radar y papeleo en comisaría.
1Manipulación de matrícula: una infracción peligrosa

La DGT define la matrícula como la tarjeta de identificación ineludible en carretera. Cubrir un carácter con cinta, cambiar los números con imanes o emplear pegatinas reflectantes para confundir cámaras es un juego arriesgado.
En el artículo 10 de la Ley de Tráfico, la norma es cristalina la matrícula ha de estar limpia y sin obstáculos. Si un agente detecta un solo paso de luz bloqueado, considera ese acto una alteración voluntaria que merece sanción máxima.