A medida que se acerca la nueva ley de transporte de Cataluña, específicamente su efecto sobre las plataformas de la «nueva movilidad», es decir, Uber, Cabify y Bolt, cada vez se sabe más sobre su contenido. Las tres plataformas de VTC siempre han tenido una relación tensa con la Generalitat, y en ocasiones ha dejado de operar en este territorio precisamente por las regulaciones aplicadas en la zona, que según han defendido siempre están pensadas para favorecer al taxi.
Lo cierto es que lo que llega de la nueva ley no da a estas plataformas motivos para el optimismo. La noticia más reciente, reportada por ElEconomista, es que la nueva ley exigirá hasta 6 horas de pre contratación para recoger a un cliente, en comparación a los 15 minutos planteados en la normativa catalana actual, y que ya generaron molestia entre estas plataformas, y que sumada a la prohibición de viajes urbanos han hecho que operar en Cataluña sea un reto por momentos imposibles.
De momento las plataformas no han podido confirmar esta información. Tienen una reunión con el Gobierno del PSC y demás organizaciones de este sector en las próximas semanas, pero lo cierto es que desde otros espacios ya hay voces que dan por sentado que la nueva ley apuntará directamente contra su funcionamiento en la zona. De igual modo, las 6 horas siguen sin estar confirmadas, y todavía las plataformas señalan que no han tenido acceso al borrador del proyecto de ley que debería estar en el suelo del Parlament durante el mes de junio.
Mientras tanto se intenta organizar protestas en la zona, no son las plataformas, o patronales como Unauto VTC, las únicas que se ven afectadas por la situación. En total hay unos 1455 conductores de VTC activos en la Generalitat, la mayoría de ellos en Barcelona, que pueden quedar en el aire en caso de un cambio tan radical en la normativa como el que viene en camino para el mes de junio. En cualquier caso, es una situación complicada, que se junta con una esperada avalancha de licencias que bien pueden generar otra serie de retos clave para los conductores de Uber, Cabify y Bolt.
UBER, CABIFY Y BOLT Y SUS RETOS PARA OPERAR EN BARCELONA
Lo cierto es que incluso antes de que esta nueva ley apareciera en el tablero de juego ya había problemas para operar en Cataluña. La imagen de las extensiones de Bolt, las maletas de Cabify frente a la estación de Sants o la salida temporal de Uber de la Comunidad Autónoma han sido episodios difíciles de ignorar en una guerra que tiene ya tiempo, y que incluye un nuevo llamado a una marcha lenta de los conductores de estos servicios.

Al mismo tiempo, la importancia turística, cultural y deportiva de Barcelona hace que sea clave para la operación de estas plataformas. La realidad es que la ciudad es hogar de uno de los equipos de fútbol más importantes de Europa, de uno de los festivales de música claves del continente, uno de los recintos más importantes de música en el país y de lugares de interés histórico como la Sagrada Familia o la Basílica de Santa María del Mar. Sumados a su vida nocturna, estos espacios hacen de la Ciudad Condal un espacio necesario para estas empresas.
En cualquier caso habrá que seguir de cerca el efecto de sus acciones. A pesar de las marchas lentas ya convocadas, lideradas por el Sindicato Libre de Transporte (SLT), la más reciente de ellas el pasado 16 de mayo, todo indica que el borrador llegará al Parlamento en las próximas semanas, y aunque no necesariamente cumplirá con todos los miedos de las plataformas de VTC y los conductores de Uber, Cabify o Bolt los precedentes no juegan a su favor.
MADRID: LA OTRA CARA DE LA MONEDA
Mientras tanto, el problema en la capital parece ser el opuesto. La Comunidad que Gobierna Isabel Díaz Ayuso ha buscado que tanto las aplicaciones de la «Nueva Movilidad», es decir, Uber, Cabify y Bolt, como los taxis puedan coexistir. La apuesta ha sido, sobre todo, apuntar por una mayor libertad para que los taxistas definan sus horarios o incluso ha planteado cambiar el acercamiento a su precio, permitiendo cierta libertad en el mismo dentro de un rango.
De igual forma, la concesión a Cabify de unas 8.500 licencias de VTC ha hecho que el sector haya creado tensiones una vez más. Por un lado, hay organizaciones como Unauto VTC que se han opuesto a un aumento de las licencias en la capital, señalando que esto puede desequilibrar todo el mercado, a esto se suma que Bolt ha asegurado que esto dejaría demasiadas licencias de en las manos de un solo operador, lo que puede hacer que la competencia sea más complicada.