Conducir debería ser un momento de calma y concentración, pero hay un detalle de tu vestuario que puede arruinar tu trayecto en un abrir y cerrar de ojos. A diario, la Dirección General de Tráfico (DGT) y la Guardia Civil patrullan las carreteras para evitar excesos de velocidad, distracciones al volante y consumos indebidos de alcohol o drogas. Sin embargo, no solo tu forma de conducir o tus niveles de alcohol en sangre pueden llamar la atención: tu indumentaria puede levantar sospechas y convertir un trayecto apacible en un alto inesperado.
Hoy vas a descubrir por qué una simple gorra, unas gafas de sol inadecuadas o incluso el color de tu ropa se han convertido en señales de alerta para los agentes, de modo que un viaje tranquilo puede acabar en un vistazo al etilómetro o en un registro minucioso de tu vehículo.
7Complementos brillantes y la DGT alerta

Un brazalete metálico, un reloj con esfera luminosa, collares con pedrería o anillos muy grandes no pasan desapercibidos. Ese brillo puede interpretarse como un lugar donde esconder sustancias, chips para geolocalización o incluso documentación falsa...
Muchos agentes confirman que los complementos exagerados son motivo de parada. “Una pulsera que reluce al sol te delata hasta qué punto estás cargado de ornamentos”, bromean varios guardias. Para no provocar un registro extra, lleva piezas discretas y sin estridencias cuando te pongas al volante.