viernes, 4 julio 2025

Si llevas esta prenda, jamás conduzcas el coche: puedes buscarte un lío gordo con la DGT

Conducir debería ser un momento de calma y concentración, pero hay un detalle de tu vestuario que puede arruinar tu trayecto en un abrir y cerrar de ojos. A diario, la Dirección General de Tráfico (DGT) y la Guardia Civil patrullan las carreteras para evitar excesos de velocidad, distracciones al volante y consumos indebidos de alcohol o drogas. Sin embargo, no solo tu forma de conducir o tus niveles de alcohol en sangre pueden llamar la atención: tu indumentaria puede levantar sospechas y convertir un trayecto apacible en un alto inesperado.

Publicidad

Hoy vas a descubrir por qué una simple gorra, unas gafas de sol inadecuadas o incluso el color de tu ropa se han convertido en señales de alerta para los agentes, de modo que un viaje tranquilo puede acabar en un vistazo al etilómetro o en un registro minucioso de tu vehículo.

2
Gafas de sol en lugares indebidos

Fuente: Merca2

Ponerte gafas oscuras en un túnel o al caer la noche es como decir “no quiero que veas mis ojos”. Ese pequeño acto hace que la DGT crea que escondes algo: cansancio, síntomas de alcohol o incluso restos de anestesia tras una noche de fiesta…

En muchos de los informes policiales, esta excusa aparece como causa oficial de una parada. Los agentes señalan que “en túneles, el interior del coche ya es de por sí oscuro; si además llevas gafas tintadas, dificultas la evaluación de tu estado físico”. Por eso, la próxima vez, mejor déjalas en la guantera y circula sin dar pistas de haberte pasado con las copas o de ir demasiado fatigado.


Publicidad