Sentarte a la mesa con la convicción de comer sano resulta sencillo, pero la OCU acaba de plantar una semilla de duda en muchos de nosotros. Su última advertencia no se limita a cifras o tecnicismos: cuestiona el modelo de consumo de carne que creíamos inofensivo y nos empuja a repensar cada bocado.
En este artículo descubrirás cómo un informe de la OCU redefine lo que creías normal en tu dieta, te revelará el impacto silencioso en tu salud y el planeta, y te mostrará por qué ya no podrás mirar tu plato con los mismos ojos.
7El coste real de la proteína animal

El argumento económico mantiene a muchos atados al chuleton: “es más barato” o “rinde más”. Sin embargo, la OCU subraya que esos cálculos no incluyen el impacto sanitario ni ambiental que acaba repercutiendo en todos.
Cuando sumas consultas médicas, tratamientos y costes derivados del cambio climático, la balanza se inclina a favor de dietas moderadas en carne. Tu bolsillo y tu salud te lo agradecerán.