Sentarte a la mesa con la convicción de comer sano resulta sencillo, pero la OCU acaba de plantar una semilla de duda en muchos de nosotros. Su última advertencia no se limita a cifras o tecnicismos: cuestiona el modelo de consumo de carne que creíamos inofensivo y nos empuja a repensar cada bocado.
En este artículo descubrirás cómo un informe de la OCU redefine lo que creías normal en tu dieta, te revelará el impacto silencioso en tu salud y el planeta, y te mostrará por qué ya no podrás mirar tu plato con los mismos ojos.
4La resistencia al cambio en Europa

Aunque el 44 % de los europeos asegura haber disminuido su ingesta de carne en los últimos cinco años, la mayoría mantiene sus hábitos por costumbre o falta de información. Ese muro de inercia frena la transición hacia dietas más equilibradas y sostenibles.
La OCU insiste en que romper esa barrera requiere valentía y curiosidad: probar nuevas recetas, informarse sobre alternativas y atreverse a reducir aquellas raciones que parecían inamovibles.