Sentarte a la mesa con la convicción de comer sano resulta sencillo, pero la OCU acaba de plantar una semilla de duda en muchos de nosotros. Su última advertencia no se limita a cifras o tecnicismos: cuestiona el modelo de consumo de carne que creíamos inofensivo y nos empuja a repensar cada bocado.
En este artículo descubrirás cómo un informe de la OCU redefine lo que creías normal en tu dieta, te revelará el impacto silencioso en tu salud y el planeta, y te mostrará por qué ya no podrás mirar tu plato con los mismos ojos.
2Impacto ambiental y huella interna

La cría intensiva de ganado genera casi un tercio delos gases de efecto invernadero y consume el 70 % del agua dulce disponible. Ese dato convierte tu elección de menú en un acto con consecuencias globales e inmediatas.
Al seguir consejos de la OCU, comienzas a comprender que tu plato es una frontera entre tu salud y la del planeta. Reducir esa porción de carne diaria puede convertirse en un verdadero acto de solidaridad ambiental.