Con cerca de 90.000 socios, Som Energia se consolida como la cooperativa energética más grande del continente. La entidad, dedicada a la producción y comercialización de electricidad generada mediante tecnologías renovables, finalizó 2024 con 85.751 miembros entre personas físicas y jurídicas, sumando 1.452 más respecto al ejercicio precedente, y en mayo de 2025 ya cuenta con 86.248 participantes.
Una cooperativa energética es una agrupación sin ánimo de lucro en la que los socios son, a la par, productores y consumidores de energía, y en la que los beneficios de la comercialización del excedente se reparten por igual entre los participantes.
Som Energia, presente en toda España pero con una mayor implantación en Cataluña, vendió el año pasado más de 306.000 megavatios hora (MW/h), por los que facturó 69 millones de euros.
LAS CIFRAS DE LA COOPERATIVA ENERGÉTICA LÍDER
Esta cifra es inferior a la del año anterior debido, según la entidad, a varios factores: en primer lugar, por la reducción del precio de la energía de mercado; y, por otro lado, porque el volumen de energía comprada se ha reducido en un 2,82% a consecuencia de la reducción de la demanda. El consumo por contrato ha decrecido, debido a un clima más benigno y a la incorporación de los autoconsumos y el Flux Solar.
La generación energética en 2024 por todos los proyectos en funcionamiento fue de 30.044 MW/h, prácticamente el mismo volumen que producido durante el conjunto del año anterior.
La cooperativa cerró el año con un excedente cooperativo de 919.309 euros, un importe similar al de los dos ejercicios precedentes, donde también se bordeó el millón. Como cooperativa sin ánimo de lucro, este excedente no se reparte y pasa a formar parte de las reservas para fortalecer la liquidez y la solvencia del proyecto.
Som Energia afirma que tras dos años consecutivos de descenso en el número de contratos, el principal reto de 2024 ha sido revertir la tendencia negativa en la contratación
En su comunicado, Som Energia afirma que tras dos años consecutivos de descenso en el número de contratos, el principal reto de 2024 ha sido revertir la tendencia negativa en la contratación. Durante el primer semestre, el mercado todavía mostraba síntomas de inestabilidad y prudencia por parte de los consumidores, lo que dificultó su recuperación inmediata.
Sin embargo, a partir del segundo semestre, gracias a la bajada de tarifas aplicada en abril, se logró estabilizar la cartera y recuperar la confianza de las socias, consiguiendo un balance positivo en la captación de nuevos contratos y cerrando el año con un total de 118.395 contratos. Por su tipología, destaca la continuidad de la tendencia al alza tanto de los contratos indexados como de los de autoconsumo, que han alcanzado cifras de 5.098 y 14.699 contratos, respectivamente.

La agrupación enfatiza que, pese a que el precio eléctrico medio de 2024 fue de 63,04 euros por MW/h, -valor similar a los años previos a 2020- a lo largo del ejercicio el comportamiento mensual de los precios ha sido irregular, con un ligero repunte durante los meses en los que hay menos generación renovable y una marcada tendencia a la baja en los meses de primavera, que son los de mayor producción ‘verde’. La volatilidad intradiaria (es decir, la variabilidad de los precios según la franja horaria del día) también ha sido muy alta, agregan.
Desde la cooperativa energética concluyen que 2024 fue un año «de transición», al igual que también lo está siendo la primera mitad de 2025: el mercado se mueve entre la consolidación del nuevo modelo energético y las tensiones que todavía generan las incertidumbres externas, citando como ejemplo de esto último el apagón del pasado 28 de abril.