Lo que en La favorita 1922 empezó como celebración en el restaurante trovador de Félix Montenegro volvió tal que un terremoto de consecuencias imprevisibles. La irrupción de la policía en plena fiesta no solo paralizó la velada, sino que también puso al descubierto una serie de conflictos que prometen cambiar drásticamente el destino de todos los personajes.
El comisario Pastrana, de una forma tan decidida que dejó petrificados a sus contemporáneos, detiene a Elena bajo la creencia de que La Favorita, escondía actividades ilícitas. Este golpe de efecto conmociona los cimientos de La Favorita, mientras que desencadena todos los conflictos en cadena que darán lugar a vecinos indignados; relaciones que se romperán y secretos que estallarán.
2ENTRE EL AMOR Y LA TRAICIÓN

Rosa no duerme en toda la noche en este capítulo de La Favorita, repitiendo de continuo las palabras de Miguel, que este juró no tener nada que ver con la redada. Pero hay algo en su mirada que no la convence, y ella se pregunta si «si me mintió una vez, me va a decir la verdad ahora». Mientras contempla el vestido de novia que cuelga del armario, ella, por su parte, calla, pero su presencia resulta cada vez más insistente. Mensajes y miradas furtivas añaden leña al fuego de su confusión.
La tensión de Rosa y Miguel crece hasta que ella comienza a meter las narices por su cuenta. Mira su móvil, revisa sus objetos, le sigue una tarde, y lo que encuentra podría cambiarlo todo: un número desconocido, varias llamadas en horas raras, y un sobre con dinero, sin que Miguel supiera explicarlo. ¿Está vendiendo información a la policía? ¿O hay otra cosa más sucia detrás de todo ello? La frontera entre la paranoia y la intuición es cada vez más delgada.
Fermín, al tanto del torbellino que se avecina, decide dar un paso hacia delante, «No puedes casarte con alguien de quién no te fías» le dice en un momento que no es habitual tener esas palabras en la boca. Aquella retahíla de palabras resuenan en la cabeza de Rosa como un eco y la hacen enfrentarse a una verdad que, de tan absurda, no puede dejar de decirse: tal vez su boda no es más que una pantomima.
Miguel, por su parte, se está preparando una sorpresa para ella sin saber que su relación está en un hilo. Se prepara la próxima entrega, donde la aparición de un nuevo episodio puede romperlos para siempre.