RTVE intenta aplacar las críticas que está recibiendo su presidente José Pablo López por el pésimo arranque de ‘La familia de la tele’ y el pasado miércoles lanzó una nota de prensa en la que aseguraba que La 1 ha logrado «su mejor arranque anual en siete años» y se ha consolidado como la segunda cadena más vista en lo que va de 2025, con un 10,4% de cuota de pantalla.
Al menos, los inesperados buenos positivos en términos de audiencia de ‘Futuro imperfecto’ y ‘The Floor’ en prime time otorgan algo de oxígeno a López ante la debacle protagonizada por el antiguo equipo de ‘Sálvame’, que sigue perfilando su estrategia y ha eliminado la apuesta rosa en su segundo tramo para comenzar a comentar temas de actualidad.
El tortazo del desnortado ‘La familia de la tele’ parecen haber invitado a López a rebajar su presencia en X. El directivo llevaba tiempo sacando pecho por éxitos como ‘La Revuelta’, que ha bajado pero sigue aprobando con nota. Pero el revés firmado por sus amigos productores Óscar Cornejo y Adrián Madrid parece estar pasándole factura.
Eso sí, a López no se le puede regatear su papel en que RTVE haya dado una lección de valentía institucional al mantener una postura crítica y firme frente a la participación del estado genocida de Israel en Eurovisión.
Una decisión que, aunque arriesgada, ha demostrado el valor de una televisión pública que no solo busca audiencias, sino que también responde a principios éticos. «Frente a los derechos humanos, el silencio no es una opción. Paz y justicia para Palestina», decía el mensaje del vídeo que RTVE emitió antes de Eurovisión.
La gala fue seguida por 5.884.000 espectadores que se tradujo en un monumental 50,1% de share.
OUGHOURLIAN SE HACE FUERTE
En el plano mediático también es noticia que el exsanchista Joseph Oughourlian ha reafirmado su autoridad sobre el Grupo Prisa tras la Junta General de Accionistas celebrada la pasada semana. Durante esta junta, su gestión fue respaldada con un apoyo casi unánime: un 99,52% de los votos. Este espaldarazo valida el rumbo emprendido en los últimos años, marcado por la transformación digital, el fortalecimiento de la presencia en América Latina y una paulatina mejora en las finanzas del grupo.
Este refuerzo de su control llega tras una serie de maniobras estratégicas. En abril, Oughourlian compró más de seis millones de acciones de PRISA, por un valor cercano a los 2,36 millones de euros, incrementando así su participación en la empresa. A esto se suma la reciente ampliación de capital y la conversión de bonos convertibles, que han diluido la influencia de otros accionistas mientras él ha mantenido su posición intacta.
Estas jugadas han avivado la tensión con el grupo de accionistas españoles reunidos en torno a Global Alconaba, que intentaron bloquear la ampliación. No obstante, el juzgado mercantil número 18 de Madrid rechazó su solicitud de medidas cautelares, argumentando que no se cumplían los requisitos de urgencia ni se presentaron pruebas suficientes.

Con estos movimientos, Joseph Oughourlian ha reforzado de forma definitiva su control sobre Prisa frente a los deseos de La Moncloa. El directivo ha puesto precio a la Cadena SER y El País: 750 millones de euros que podría desembolsar el magnate checo Daniel Křetínský si quiere perder dinero con la mano izquierda en España y ganar influencia para hacer dinero con la mano derecha, es decir, con pelotazos ligados a sectores públicos o estratégicos (véase el propio Oughourlian en Indra).
FRANK CUESTA, MANUAL DE AUTODESTRUCCIÓN
La deriva autodestructiva del expresentador estrella y actual fachatuber Frank Cuesta es digna de análisis. La difusión de grabaciones comprometedoras, en las que el comunicador realiza comentarios polémicos sobre animales, ha perjudicado seriamente su reputación. Y algunos de los chismes ligados a este culebrón perjudican a terceras personas como la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso.
Cuesta confesó que su personaje público se sustentaba en afirmaciones falsas, reconoció que nunca sufrió cáncer, que no posee formación como veterinario ni herpetólogo, y que los animales de su refugio en Tailandia no fueron rescatados, sino adquiridos. Pero finalmente, ha asegurado que esta confesión la hizo tras ser coaccionado por un excolaborador que le habría guionizado el vídeo.