domingo, 18 mayo 2025

‘Sueños de libertad’: Un chantaje deja a María sin salida

En Sueños de Libertad, en donde los deseos y las más oscuras ambiciones se encuentran y enredan, la ficción vuelve a demostrar que la libertad tiene un precio, y no siempre se paga con dinero. María, incapaz de aguardar que la felicidad de los demás amplié su protagonismo, ha decidido jugar su carta más pérfida: un chantaje emocional capaz de cambiar el destino de la perfumería de su familia.

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Mientras Julia resplandece en su función escolar como Cenicienta, acompañada del amor de Damián y Begoña, la suerte de la empresa familiar está en juego. Don Pedro, Digna y los hijos De la Reina libran la lucha por el control de las acciones en silencio, sin embargo, es María quien, con solo una condición, pone el jaque a Andrés: alejarse de Begoña o regalar el negocio a Pedro.

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LA ÚLTIMA FRONTERA EN SUEÑOS DE LIBERTAD

'Sueños de libertad': Un chantaje deja a María sin salida
Fuente: Atresmedia

Andrés se ve empujado hacia la crueldad de una decisión terrible, la de salvar a su propia familia o la de perder a esa mujer a la que ama. El chantaje de María es una mera amenaza, una amenaza económica, pero también esto sería solo eso si no fuera por el componente emocional de otra bomba: «Begoña es mi presente, pero Julia y el perfume son mi pasado y mi futuro», dice bajito, atrapado entre las garras que forman una encrucijada vital que ningún hombre debería vivir.

Damián, que lo ve sufrir ante sí, repite que la única salida es buscar alternativas, pero el tiempo corre en su contra: Pedro avanza, Digna saca su desesperación e incapaz de hacer otra cosa, María contempla cómo su propia crueldad se le desliza por el cuerpo, cómo la crueldad es en ella poder. Begoña, ni siquiera enterada de que le han hecho un chantaje, se encuentra celebrando lo que ha significado el éxito de Julia.

Su risa llena los pasillos de la perfumería: todo el sonido alegre llega a ser un desafío para la oscuridad que se cierne por encima de la niebla. «No sé que pasa pero es como si algo rompiera», dice entre susurros a Damián, que evita mirarle para no delatar la verdad. Andrés, una vez más, cuando ve a Damián y a Begoña sintiéndose no sabe de qué, siente que el mundo se le hace añicos.

El tiempo se está agotando. Las acciones de Julia van a ser el premio de esta guerra; cada uno de los personajes debe tomar su decisión sobre lo que está dispuesto a perder. ¨Al final no se gana, sino que se sobrevive¨, dice en un susurro Digna, apurándose a jugar una última carta. Es fácil mientras, en un rincón olvidado de la historia, Teo y Luz siguen construyendo. Y dentro de la historia hay espacio para esos pequeños milagros, incluso frente al caos.

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