Las patatas fritas de bolsa son un clásico de reuniones informales y antojos repentinos. Sin embargo, no todas las marcas que pueblan los estantes del supermercado merecen nuestro cariño. La OCU analizó más de 300 variedades y detectó dos que, lejos de aportar placer, pueden perjudicar gravemente tu salud.
Con tanto colorido y aparente variedad, resulta fácil caer en la tentación de llevar la bolsa más atractiva al carrito. Pero, como advierte la OCU, fijarse en el envase no basta: conviene escudriñar la lista de ingredientes y huir de los excesos innecesarios.
6Aceite de oliva y menos grasas saturadas

La OCU insiste en que, si no queremos renunciar al crujiente de las patatas, lo ideal es escoger aquellas elaboradas con aceite de oliva… Este aporta acidos grasos más saludables y reduce la proporción de saturadas.
Además, conviene comprobar la etiqueta: un porcentaje moderado de grasa total y un contenido testimonial de grasas saturadas suelen asociarse a un perfil nutricional más benigno. No basta con “bajo en calorías”: importa la calidad de la grasa.