Las patatas fritas de bolsa son un clásico de reuniones informales y antojos repentinos. Sin embargo, no todas las marcas que pueblan los estantes del supermercado merecen nuestro cariño. La OCU analizó más de 300 variedades y detectó dos que, lejos de aportar placer, pueden perjudicar gravemente tu salud.
Con tanto colorido y aparente variedad, resulta fácil caer en la tentación de llevar la bolsa más atractiva al carrito. Pero, como advierte la OCU, fijarse en el envase no basta: conviene escudriñar la lista de ingredientes y huir de los excesos innecesarios.
5El lugar de las alternativas saludables

Afortunadamente, no todas las patatas fritas de supermercado son iguales. El estudio de la OCU destaca dos opciones más limpias: los nachos de trigo sarraceno ecológicos de Sol Natural y las patatas fritas sin sal añadida de Veritas.
Los primeros logran una puntuación de 87 sobre 100 gracias a su bajo contenido en grasas (8,1 %) y sal (0,4 %), y carecen de aditivos. Las segundas apuestan por una receta mínima: patata, aceite y nada más. Así es como debería ser un snak si buscamos disfrutar sin comprometer nuestro bienestar.