Las patatas fritas de bolsa son un clásico de reuniones informales y antojos repentinos. Sin embargo, no todas las marcas que pueblan los estantes del supermercado merecen nuestro cariño. La OCU analizó más de 300 variedades y detectó dos que, lejos de aportar placer, pueden perjudicar gravemente tu salud.
Con tanto colorido y aparente variedad, resulta fácil caer en la tentación de llevar la bolsa más atractiva al carrito. Pero, como advierte la OCU, fijarse en el envase no basta: conviene escudriñar la lista de ingredientes y huir de los excesos innecesarios.
3Los aditivos, un cóctel a evitar

Más allá de la sal y las grasas, la presencia de hasta once aditivos diferentes en una simple bolsa de patatas resulta excesiva. La OCU documento ingredientes como maltodextrinas, proteínas lácteas, jarabes y extractos de levadura, cuyo único fin es ajustar textura o sabor, sin aportar nada al valor nutricional.
Cuando buscamos un capricho, no queremos sorpresas desagradables. Menos es siempre más: cuanto más corta y reconocible sea la lista de ingredientes, mejor. Productos con un puñado de componentes naturales reducen el riesgo de reacciones adversas y favorecen una digestión más saludable.