Las patatas fritas de bolsa son un clásico de reuniones informales y antojos repentinos. Sin embargo, no todas las marcas que pueblan los estantes del supermercado merecen nuestro cariño. La OCU analizó más de 300 variedades y detectó dos que, lejos de aportar placer, pueden perjudicar gravemente tu salud.
Con tanto colorido y aparente variedad, resulta fácil caer en la tentación de llevar la bolsa más atractiva al carrito. Pero, como advierte la OCU, fijarse en el envase no basta: conviene escudriñar la lista de ingredientes y huir de los excesos innecesarios.
1Las marcas que arrastran un historial preocupante según la OCU

En la parte baja del ranking de calidad aparecen la Ruffles sabor jamón y las patatas fritas onduladas sabor jamón de la marca Consum. La OCU subraya que ambas contienen el aditivo E150d, clasificado como “posiblemente cancerígeno” por la Agencia Internacional para la Investigación del Cancer.
Ese color caramelo de sulfito amónico se emplea para intensificar la apariencia del snack, pero su uso frecuente añade un riesgo evit able. Junto a él, estas dos marcas acumulan potenciadores de sabor, aromas artificiales y un exceso de sal y grasas que las convierten en elecciones poco recomendables.