domingo, 6 julio 2025

‘Valle Salvaje’ sorprende con una alianza inesperada

Nunca duerme Valle Salvaje, y mucho menos cuando las piezas del tablero dejan de estar fijas y empiezan a moverse en direcciones insospechadas. La llegada de don Hernando ha hecho temblar las bases de la familia de Gálvez de Aguirre, sacando a la luz rencores ocultos, alianzas inesperadas y un proceso de lucha por el dominio que puede dejar victorias y derrotas irreparables.

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Aquello que parecía solo un reencuentro familiar a la antigua ha devenido en una batalla campal en la que nadie puede sentirse seguro. El nuevo capítulo de la ficción española promete levantar opiniones de todo tipo.

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UNA GUERRA SILENCIOSA EN VALLE SALVAJE

'Valle Salvaje' sorprende con una alianza inesperada
Fuente: RTVE

Si hay alguien que sabe extraer el veneno de Valle Salvaje para transformarlo en perfume, esa es Úrsula. La tensión con Adriana ha llegado al límite, y esta vez las máscaras se han caído. Ahora, Adriana, herida y enfurecida, la acusa a viva voz ante todo el mundo de querer despojarla de su puesto. Pero Úrsula no responde al ataque: se hace la víctima. Y le funciona.

  • «Si mi presencia os hace tanto daño, estoy dispuesta a irme», dice con la voz quebrada, puro teatro. Pero no se rinde: coloca a todo el mundo en jaque. Pedrito, que antes estaba con Adriana, ahora vacila, Rafael, en un giro de acontecimientos, la defiende, y Adriana, que es testigo de cómo se la traiciona, queda sola, hecha trizas por una batalla que ni siquiera sabía que tenía que librar.
  • No se necesita gritar para ganar; Úrsula deja que sean los demás quienes hagan el trabajo por ella. Adriana se consume en la rabia, mientras su prima sigue y sigue tejiendo la red, anhelando su objetivo. En Valle Salvaje, la fuerza bruta nunca logra ganar a la astucia, y Úrsula lo sabe mejor que nadie.
  • Pero entonces Adriana no quiere darse por vencida. La exposición pública la ha dejado al descubierto, pero a la vez ha despertado en ella una rabia helada, metódica. Si Úrsula va a jugar sucio, ella no se resistirá a hacer lo mismo. Empieza buscando aliados entre los rincones más extraños y recónditos, incluso entre las personas que despreciaba hábilmente antes.
  • Mientras tanto, Úrsula sigue su camino. Su aparente fragilidad le ha hecho ganar la simpatía de los miembros de la familia, pero sigue ocultando su verdadero objetivo: Rafael. Con sus lágrimas muy bien dosificadas, con ninguno de los gestos de sumisión que le saldrán de más, empieza a ir envolviéndolo en su red, hacia mayor distancia de Adriana. Y lo peor es que él ni siquiera lo nota. Lo peor de todo es que en esta lucha de apariencias, Úrsula lleva la batuta, y eso Adriana lo sabe.

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