La saga de Talgo se sigue alargando. La empresa fabricante de trenes esta buscando un comprador que funcione como socio industrial ya desde hace tiempo, pero lo cierto es que tras el veto del gobierno a la opa presentada por la empresa hungara Magyar Vagon, que tiene una conexión directa con el gobierno del controvertido Viktor Orbán, no ha aparecido otra solución rapida al problema del fabricante de trenes. Y cuando parecía que Sidenor era la solución a esta crisis, la compra se ha seguido atrasando, con la empresa vasca dejando pasar el primer plazo de la posible compra sin presentar un acuerdo final.
El motivo sigue siendo el mismo: además de sus pedidos que pendientes en España, Alemania, Egipto y Uzbekistán la empresa tiene una deuda economica con Renfe de 116 millones de euros. Esta deuda se debe a una sanción económica sobre el fabricante por el retraso de la entrega de los trenes Avril, claves para que el operador estatal pueda funcionar en la ruta que conecta Madrid y Galicia, y ha sido un lastre en todo el proceso de compra por la dificultad que significa asumir esta deuda, además de los pedidos atrasados que vienen de la mano de la misma.
Es una noticia que aumenta la incertidumbre alrededor de la posible compra. La realidad es que se han buscado soluciones para facilitar la compra, sea dividir el pago en cuotas o retrasar la opción del pago de la sanción hasta 2031. Sin embargo, a pesar de estas opciones, es un problema que sigue presente y que además ha generado reclamos directos a Talgo, no solo desde Renfe, sino desde el Ministerio de Transporte y Movilidad Sostenible con el propio Óscar Puente señalando a Talgo por los retrasos y los problemas posteriores de los Avril que ya operan en España.
Lo cierto es que los problemas del fabricante español han sido lo suficiente como para que Ouigo e Iryo, los dos competidores de Renfe en territorio iberico, se abrieran a la posibilidad de probar otras opciones si consiguen sumarse a la segunda etapa de la liberalización del sistema de alta velocidad, que sigue esperando por la condiciones de ADIF. No solo han tocado la puerta de CAF, que ya tiene un prototipo del Oaris, su tren para vías de ancho variable, sino que se han abierto a buscar otras opciones de fabricante incluso fuera de España.
LA COMPRA IMPOSIBLE EN EL CENTRO DEL NEGOCIO DE LA ALTA VELOCIDAD
Lo cierto es que la posible compra de Talgo es clave para el futuro de todo el sector de la alta velocidad. De hecho, más allá de la relación incomoda con el gobierno hungaro, parte de los motivos para que se vetara la opa sobre la empresa es considerarla una empresa estrategica, pues actualmente es la única que ha fabricado trenes de alta velocidad para vías de ancho variable que ya esten en el mercado europeo. El resto de las opciones son, de momento, solo ideas o prototipos, por lo que tiene una ventaja clave que la hacia atractiva para los compradores de Hungría, así como para los de India (Jupiter Wagons) y Polonia (Pesa).
En cualquier caso los analistas de Renta4 ven una solución clave en la situación: La entrada de la Sepi. Lo cierto es que desde apareció la oferta hungara han flotado opciones como esta o como la presencia de Criteria Caixa en uno de los acuerdos, aunque de momento no se han dado los pasos para que esto ocurra, pues se necesitaba la presencia de un socio industrial que realmente acelerara los procesos de fabricación de Talgo.
De momento la empresa mantiene sus 2 fabricas en España al limite de su capacidad para detener los retrasos en las entregas. No es un detalle menor, después de todo la empresa declaró perdidas en las cuentas del 2024 precisamente por la sanción de 116 millones impuesta por Renfe por los retrasos de los Avril.
¿QUE OPCIONES LE QUEDAN A TALGO EN CASO DE QUE SIDENOR NO CIERRE EL ACUERDO?
Aunque tendría que buscar fuera de las fronteras españolas, lo que hasta ahora ha sido una linea roja para el Gobierno Nacional hay al menos dos pretendientes recientes de Talgo que podrían mantener el interés. Por un lado, desde la India, Jupiter Wagons ha mostrado interés y sería una compra que crearía una conexión economica entre dos de los sistemas de trenes más importantes del mundo: El indio y el español.

Por supuesto también está la opción de Pesa, que se planteaba hacer la compra de la mano del equivalente polaco a la SEPI. Se suma a esta opción la buena relación de las dos empresas, con Talgo firmando un acuerdo con la empresa polaca hace unos meses para ayudar al desarrollo del sistema de alta velocidad de ese país y del resto de Europa del este.