Hay veces en que entramos al súper convencidos de que vamos a ahorrar un poco y, al final, salimos con la sensación de haber gastado más de lo previsto. La OCU lleva tiempo advirtiendo de esas trampas invisibles que los establecimientos montan para que piquemos una y otra vez. No es magia negra: se trata de estrategias muy pensadas para que creamos que estamos logrando una ganga cuando, en realidad, estamos pagando de más.
Hoy te cuento cómo funciona ese juego del caballo de Troya comercial y, sobre todo, qué debes vigilar para que la OCU deje de preocuparse por tu bolsillo.
2Envases “XL” que reducen el contenido

El tamaño importa… para el súper. Un envase nuevo, más grande y vistoso, hace creer que estamos obteniendo un mayor valor, pero lo cierto es que a menudo contiene menos producto o viene con una fórmula más diluida. Esa subida de formato es uno de los recursos que la OCU denuncia con más frecuencia: la etiqueta indica un litro extra, pero a la hora de la verdad el líquido es más aguado, o el producto se ha rebajado con aditivos baratos.
Cuando veas ese envase gigante, párate un momento a calcular el precio por kilo o por litro. Si es más caro que su versión estándar, lo más probable es que te estén tomando el pelo, y la OCU está ahí para recordártelo.