sábado, 17 mayo 2025

Tres maneras de evitar el ojo del huracán al invertir en renta variable

IG Markets

Informe de Kurt Feuerman, director de Inversiones de Select US Equity Portfolios de AllianceBernstein, sobre renta variable y algunas sugerencias que pueden resultar útiles a la hora de invertir en medio del actual y cambiante contexto macroeconómico.

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Con flexibilidad, humildad y procesos disciplinados, los inversores en renta variable pueden mantener el rumbo.

La fuerte tensión en los mercados puede dañar la confianza en un plan de inversión estratégico. No obstante, si nos basamos en las experiencias pasadas, podemos aplicar principios de inversión acreditados para afrontar nuevos retos.

Los gestores de inversiones veteranos han sido testigos de grandes crisis del mercado en lo que llevamos de siglo. Tras el estallido de la burbuja de las puntocom en 2000, el sistema financiero mundial coqueteó con la catástrofe en 2008 y 2009. Unos años después, la crisis de deuda de la UE sacudió a los mercados globales. Más tarde, en 2020, una pandemia provocó el cierre de la economía mundial.

Aunque suene a tópico, lo que no nos mata nos hace más fuertes, y también mejores inversores. Cada crisis tiene sus propias peculiaridades y, siempre que han ocurrido, los inversores hemos aprendido lecciones importantes que después incorporamos a nuestras herramientas para mantener el rumbo en tiempos difíciles.

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Tres maneras de evitar el ojo del huracán al invertir en renta variable
Renta variable. Fuente: Agencias

Renta variable: ¿las cosas son distintas esta vez?

La volatilidad de este año parece inusual. La rapidez con la que cambian las políticas del gobierno estadounidense ha sacudido el sistema de comercio mundial. Esto dificulta que tanto empresas como inversores formulen previsiones de beneficios. Las acciones estadounidenses de mega capitalización y tecnológicas que lideraron los mercados en los últimos años ven ahora cómo se están reconsiderando sus valoraciones y sus perspectivas de crecimiento futuro. Se trata de un doble reto de gran envergadura para los inversores.

No obstante, todas las crisis son de alguna manera inusuales. Para superarlas, debemos recordarnos a nosotros mismos que los gestores de carteras de renta variable son, fundamentalmente, gestores de riesgos. A medida que el mundo evoluciona, nuestra labor consiste en evaluar los riesgos cambiantes —para las empresas, los sectores y los mercados—, y realizar ajustes que nos permitan lograr mejores resultados a largo plazo para nuestros clientes. Es fundamental mantenerse lejos del ojo del huracán del mercado. He aquí tres orientaciones que pueden resultar útiles en los tiempos que corren: 

  1. Encontrar empresas que no sean sensibles a los aranceles

Parece obvio, pero vale la pena repetirlo: en cualquier crisis, algunas empresas estarán directamente expuestas a los mayores riesgos, pero otras no. Cuando esos riesgos estallan, hay que apartarse. Pensemos en los bancos durante la crisis financiera mundial o las aerolíneas en la pandemia.

Aunque no siempre resulta fácil aislarse de la exposición a los aranceles, hay sectores que lo consiguen. La mayoría de las empresas de software, operadores inalámbricos y proveedores de servicios nacionales sencillamente no se verán afectados por los aranceles.

Las empresas financieras estadounidenses son un ejemplo magnífico. Son inmunes a los aranceles y algunos bancos tienen negocios diversificados, valoraciones atractivas y balances saneados. Los inversores podrían tener ventaja si el presidente Trump desregula el sector financiero, lo que mejoraría tanto el capital como los gastos de los bancos. Evidentemente, las entidades bancarias son vulnerables a una desaceleración o recesión económica. No obstante, creemos que determinados bancos con fundamentales sólidos conseguirían llegar al otro extremo del ciclo económico en buenas condiciones. 

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Renta variable
Renta variable. Agencias
  1. Atención a las posiciones abarrotadas.

La sabiduría de las masas resulta tentadora cuando estas ganan mucho dinero. Sin embargo, la mayoría de las veces uno termina lamentándolo. A principios del siglo XXI, los inversores que siguieron al rebaño apostando por «puntocom» poco rentables y caras tuvieron su momento de gloria, aunque duró muy poco. ¿Se acuerdan de esas empresas de adquisición de propósito especial (SPAC) que estuvieron tan de moda en 2020-2021 y que quedaron en nada?

En tiempos más recientes, las acciones de las Siete Magníficas y de IA han disfrutado de enorme popularidad y han sido inversiones rentables. Sin embargo, las posiciones comenzaron a deshacerse a medida que sus valoraciones se disparaban, mientras las acciones «impopulares» registraron un rebote. Pocos inversores imaginaban el 1 de enero que las acciones europeas superarían en rentabilidad a las estadounidenses, o que los sectores de salud y consumo básico liderarían el mercado de EE. UU.

Las posiciones abarrotadas pueden desmoronarse rápidamente, sobre todo cuando hay nerviosismo en los mercados. Una acción muy popular puede hundirse porque los flujos de fondos exigen que otros vendan. Por tanto, los gestores activos deben seguir sus convicciones, aunque estas parezcan no estar a la última. Eso no significa que todas las acciones de mega capitalización o IA estén prohibidas. Solo asegúrese de que su gestor las compra por los motivos correctos y al precio adecuado.

  1. Análisis detenido de las valoraciones.

Los inversores siempre deberían comprobar los precios de las acciones que compran. En los tiempos que corren, creemos que es sensato evitar acciones excesivamente caras y apostar por acciones value. Estas se comportaron mejor que las growth en el primer trimestre y consiguieron revertir una tendencia de larga data.

En épocas pasadas, las acciones value eran muy sensibles a los ciclos económicos. Sin embargo, esto ya no es necesariamente así. Ahora es posible encontrar un gran número de acciones con ratios precio/beneficios atractivos y modelos de negocios de calidad para ir empezando. Las acciones más baratas actúan como defensa porque cuando se produce la repreciación de la renta variable en momentos de turbulencias en los mercados es improbable que su corrección sea tan acusada como la de las acciones más caras. 

Para seguir estas orientaciones se requiere flexibilidad. Esto significa que los inversores deberán adaptarse a medida que los aranceles transforman profundamente el funcionamiento de la economía mundial. Para nosotros, que invertimos en renta variable estadounidense, eso significa crear una asignación diversificada de acciones growth excepcionales y, a su vez, apostar por acciones value con características de calidad.

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Renta variable
Renta variable. Agencias

Equilibrio con humildad y flexibilidad

Lograr ese equilibrio en unos mercados tan complicados también requiere humildad. Las cicatrices que dejaron las crisis anteriores nos recuerdan la necesidad de cuestionar constantemente la tesis de una inversión y preguntarse si es necesario replanteársela cuando cambian las circunstancias.

Las caídas de los mercados dan mucho miedo. Incluso después de años de ganancias, los mercados bajistas destapan errores, excesos y fallos. Cuando aumentan las pérdidas, muchas veces las emociones se imponen y pueden llevar a los inversores a tomar decisiones contraproducentes, como, por ejemplo, vender cuando los mercados caen incluso aunque la renta variable suela recuperarse rápidamente de los momentos de mayor volatilidad en el mercado.

Pero también hay buenas noticias: podemos contrarrestar esas reacciones humanas a las crisis con la experiencia. Aplicar las lecciones aprendidas con disciplina y flexibilidad puede ayudar a los inversores a sentirse más cómodos permaneciendo en el mercado, ya que permiten limitar los daños hasta que finalmente se produzca la recuperación.


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