Montoya no está pasando por su mejor momento en Supervivientes y sus seguidores no tardaron en notar la tensión que el exconcursante de La isla de las tentaciones ha estado viviendo en las últimas semanas dentro de la isla. El sevillano, quien saltó a la fama tras su participación en el reality, ha mostrado públicamente lo complicado que está siendo para él este paso por el programa, y durante la última gala de Supervivientes. Tierra de Nadie, emitida en Telecinco el martes, Montoya se sinceró con la audiencia sobre sus sentimientos.
2Aumenta la preocupación por Montoya

A lo largo de su intervención, Montoya no ocultó su frustración. Habló de las «malas caras» y el «falsericidio» que experimentaba al convivir con algunos concursantes, a quienes ya no toleraba. «Veo a esas personas, sus malas caras, ya he dado todas las oportunidades y sigo viendo eso. Que no los amo y no puedo ni darles los buenos días», aseguró, dejando claro que su paciencia había llegado a su límite. De este modo, Montoya cerró el capítulo de su relación con ciertos compañeros de Playa Calma y reveló su deseo de centrarse únicamente en su bienestar emocional y mental.
Su conversación con los compañeros en Playa Furia también reflejó lo mal que se sentía. Montoya aseguró que la presencia de ciertos concursantes le estaba afectando tanto que sentía un cambio en su estado de ánimo cada vez que estaban cerca. «No aguanto más, he llegado a mi límite. Yo no quería disfrutar más de esas personas. Su presencia me agota y su presencia me cambia el estado de ánimo», dijo en otro momento de la transmisión. Además, expresó que sentía como si sus palabras y refranes eran constantemente motivo de burla: «Me estaban riendo. Me dan asco. No quiero mirarlos a la cara y no puedo tener una palabra más con ellos«, añadió, mostrándose decidido a dar un paso atrás con aquellos con los que no se sentía a gusto.
Por otro lado, el exconcursante de La isla de las tentaciones también hizo referencia a su vida fuera del programa. Hizo hincapié en lo mucho que extrañaba a su familia y cómo, debido a las dificultades emocionales, pensaba más en el bienestar de los demás que en el suyo propio. «Tengo un problema y es que pienso más en los demás. Quiero estar con mi familia y quiero estar fuera», reconoció. En este sentido, mencionó a algunos exconcursantes con los que hubiera querido compartir más tiempo y experiencias, como Ángela Ponce o Rosario Matew, a quienes echaba de menos.
La situación de Montoya ha tocado a sus seguidores, quienes no solo se han solidarizado con su dolor, sino que también han expresado su preocupación por el estado emocional del concursante. Sin embargo, parece que el sevillano ha tomado una decisión clara sobre su camino en Supervivientes y está dispuesto a priorizar su salud mental por encima de cualquier otra cosa. Con el paso de los días, la tensión entre los concursantes parece aumentar, y las decisiones de Montoya podrían cambiar el rumbo de su participación en el reality.