Los patinetes eléctricos se han convertido en el día a día de muchas ciudades españolas, ofreciendo una movilidad ágil y sin atascos. Sin embargo, con su auge han llegado también las normas de la Dirección General de Tráfico (DGT), que fija límites de velocidad, homologación y otros requisitos. Si los usuarios no cumplen estas reglas, las sanciones pueden ser realmente elevadas.
Aunque la DGT marca las líneas generales, los ayuntamientos cuentan con margen para endurecer las exigencias: desde obligar al seguro hasta imponer el casco. El resultado es un panorama en el que quien conduce un patinete eléctrico debe estar muy atento a cada detalle de la normativa, porque pasarse de la raya puede costar cientos de euros.
6Seguros y responsabilidad civil

Aunque la DGT no exige seguro para los usuarios de patinete, muchos ayuntamientos lo están implantando. Circular sin la póliza obligatoria conlleva multas de 300 a 600 € y la posible inmovilización del vehículo.
La contratación de un seguro no solo evita sanciones, sino que cubre los daños a terceros en caso de colisión, un detalle que puede ahorrar miles de euros en reparaciones y costes médicos.