Los patinetes eléctricos se han convertido en el día a día de muchas ciudades españolas, ofreciendo una movilidad ágil y sin atascos. Sin embargo, con su auge han llegado también las normas de la Dirección General de Tráfico (DGT), que fija límites de velocidad, homologación y otros requisitos. Si los usuarios no cumplen estas reglas, las sanciones pueden ser realmente elevadas.
Aunque la DGT marca las líneas generales, los ayuntamientos cuentan con margen para endurecer las exigencias: desde obligar al seguro hasta imponer el casco. El resultado es un panorama en el que quien conduce un patinete eléctrico debe estar muy atento a cada detalle de la normativa, porque pasarse de la raya puede costar cientos de euros.
5El casco: ¿obligatorio o no?

La DGT aconseja encarecidamente el uso del casco en patinete eléctrico, pero la obligatoriedad depende de cada municipio. En algunos se ha traducido en sanción de hasta 150 € por n o llevarlo, mientras que en otros sigue siendo una recomendación.
Llevarlo siempre —incluso donde no es exigido— es la manra más segura de evitar multas y, sobre todo, de proteger la cabeza ante un posible accidente.