El ambiente en Sueños de Libertad, con el aire cargado en Perfumerías de la Reina está resultando insoportable para el desarrollo de la actividad. En efecto, lo que inicialmente fue una pugna por el poder se ha transformado en una lucha por la mera existencia de la empresa. Don Pedro, el antiguo y bien considerado eje de la empresa, percibe cómo temblaría el suelo en el cual está apoyado.
La posible pérdida del contrato con Galerías Miranda no supone simplemente un tropiezo comercial, si bien lo es; supone, quizás, el principio del fin de su reinado. Y por otra parte, Luis, una especie de prodigio de la perfumería, va hundiéndose en su propia obsesión y alejando las personas que, por una cierta influencia, son las más cercanas al mismo.
2CORAZONES AL DESCUBIERTO EN SUEÑOS DE LIBERTAD

Irene no logró disimular su dolor en Sueños de Libertad cuando Damián anunció su salida hacia Roma. Su mirada lo decía todo: hay gratitud, sí, sí, pero hay algo más que eso en su corazón. El médico tiene prioridades claras y lo primero es su familia. Fermín, el observador incomodo de la escena, no dice nada, se pregunta por lo que ocurrirá cuando esa tensión no se resuelva.
Claudia se consume en las tinieblas mentales mientras Raúl le confiesa su nuevo amor. Sus celos están motivados por un sentimiento de lealtad hacia Gaspar, pero hay algo más profundo. Manuela, siempre certera, ha conectado, sin embargo, ciertas piezas en el puzzle: su sobrina está enamorada del chofer. Gaspar no entiende cómo alguien puede pasar de la más profunda euforia a la más amarga desesperación en unas cuantas horas… Raúl, ebrio de felicidad, no es consciente del pequeño terremoto emocional que ha desencadenado.
Por su parte Joaquín y Gema también tienen sus dudas. Al llegar Teo, la vida de los dos se transforma, pero cuando el pequeño enferma, Joaquín descubre en sí mismo un instinto paternal que ni él mismo sospechaba que tenía. ¿Ha hecho bien al tomar esa decisión? El tiempo lo dirá, pero a la hora del regreso, por primera vez, el abogado vislumbra un futuro más allá de expedientes y demandas.
Irene sabe que debe dejar marchar a Damián, pero el corazón difícilmente entiende de razones. Cada día es una lucha entre eso que quiere y eso que sabe que debe ser. Fermín, callado, percibe su dolor. ¿Debería interferir? Pero, ¿con qué derecho? Él tiene sus propios fantasmas.