Cuando empiezas un plan para adelgazar y mejorar tu salud, es fácil centrarse solo en las calorías sin reparar en la calidad de lo que comes. Los alimentos ultraprocesados son un enemigo silencioso: existen por su bajo coste y conveniencia, pero su escaso valor nutricional puede estancar tu progreso. Aprender a identificarlos es el primer paso para alejarlos de tu despensa.
En lugar de llenarte de productos cargados de aditivos, sal y azúcares, conviene optar por recetas caseras. Cocinar en casa te permite controlar cada ingrediente, reduciendo el impacto de grasas de mala calidad y potenciadores de sabor. Ese cambio sencillo no solo te ayudará a adelgazar, sino también a sentirte con más energía cada día.
2Refrescos y zumos embotellados: engaño líquido
Los refrescos de cola y los zumos industriales representan un auténtico sabotaje para quien desea adelgazar. Aunque prometen saciar la sed, incluyen enormes cantidades de azúcar que elevan de golpe el nivel glucémico. Al carecer de fibra, no generan saciedad, y además pueden provocar resistencia a la insulina.
Beber agua o infusiones sin azúcar reemplazará eficientemente estos líquidos letales. Si te apetece algo con sabor, añade rodajas de fruta a tu jarra de agua o prepara té verde frío. Con ese sencillo truco, adelgazar será más sencillo porque mantendrás la hidratación sin sumar calorías ocultas.
