Sueños de Libertad sigue provocando pasiones, amores prohibidos y conflictos familiares que mantienen a los televidentes expectantes todas las tardes. Cada capítulo de la ficción española es una montaña rusa de sentimientos, donde los personajes se encaminan entre traiciones, deseos ocultos y decisiones que modificarán el resto de sus vidas.
Esta semana, la historia sigue desarrollándose: hay relaciones clandestinas, luchas por la custodia de Julia, negocios en peligro y perfumes que podrían salvar —o hundir— el futuro de la familia Merino.
2FAMILIAS DIVIDIDAS EN SUEÑOS DE LIBERTAD

La guerra por la tutela de Julia ha llegado a un límite insalvable en Sueños de Libertad. Andrés toma una decisión oficial y la hace oficial informando a Damián, pero Digna -el león protector- irrumpe en la casa pidiendo explicaciones. «La sangre une, pero las mentiras separan para siempre», y Julia en medio del conflicto y el lío muestra las cicatrices de un hogar que nunca fue hogar.
El desayuno en los Merino se convierte en un campo de minas cuando explotan Teo y Julia. Él, resentido por las atenciones que ahora recibe; ella, herida por lo que entiende como ingratitud. En tanto, Begoña acaba enterándose de los verdaderos motivos de Julia para desaparecer y, frente a María y con una advertencia muy clara, le comunica que no va a permitir que vuelva a herir a la niña. Esta vez, el silencio no es una opción.
Pero no únicamente Julia es la única que padece las consecuencias que conlleva una familia rota. Por ello, Irene, encerrada dentro de su fidelidad hacia Pedro, hecha de dudas, se va replanteando las cosas. Cada evasiva que lanza en dirección a su amante, Pedro, sobre su cena con Damián y Fermín aleja un poco más a los hermanos. Pero tampoco Pedro disimula su desagrado: para él, los De la Reina son una amenaza que no puede entender, y le causa frustración que Irene no se esfuerce por querer verlo.
Damián, por su parte, tiene que lidiar con otra bomba de relojería cuando Marta le pide hacerse cargo del legado de Fina. La reacción no tarda en llegar: «Las herencias nunca solo suponen dinero; son culpas, rencores, promesas incumplidas». El enfado estalla cuando Pelayo lo descubre y está convencido de que Marta oculta algo. ¿Será esta la bomba que termine definitivamente con su matrimonio?