Para Repsol, el buen trato a aquellos que meten su dinero en la empresa es una prioridad, y en estos tiempos inciertos para el negocio del petróleo, esa es una orientación estratégica que exige sacrificios. Jefferies, en su último informe sobre la compañía, pone al barco capitaneado por Josu Jon Imaz ante una dura decisión: poner la etiqueta de ‘se vende’ a muchos de sus activos de energías renovables para garantizar las retribuciones a los accionistas.
REPSOL, UNA COMPAÑÍA ABOCADA A LA DESINVERSIÓN
Repsol ha confirmado que repartirá en 2025 un dividendo de 0,975 euros por acción, lo que representa un incremento del 8,3% respecto a 2024 y una rentabilidad por dividendo aproximada del 8,9%.
Según las previsiones de Jefferies, Repsol generará un flujo de caja libre orgánico de poco menos de 430 millones de euros, que cubre aproximadamente el 24% de las distribuciones de efectivo a los accionistas. El resto depende de la ejecución de un programa de venta o rotación de activos de hasta 2.000 millones de euros.
El informe de la financiera recuerda que en el primer trimestre del presente año Repsol recibió 308 millones de euros por la venta de sus activos upstream en Colombia, asegurando algo más de 600 millones de euros del portafolio de renovables hasta ahora
Se espera que los ingresos correspondientes a dichas operaciones se reciban en el segundo y tercer trimestre, pero, de acuerdo al informe de la financiera, serán necesarias más transacciones en el corto plazo para garantizar su finalización durante 2025 y minimizar cualquier necesidad de apoyo del balance para los retornos a los accionistas.
UN VALOR QUE ES Y SEGUIRÁ SIENDO «BARATO»
«La flexibilidad en el gasto de capital también implica que las distribuciones a los accionistas, que equivalen a un rendimiento del 13% aproximadamente, deberían mantenerse sin cambios a los precios actuales del petróleo y con un margen de refinación de 4 dólares por barril», argumenta el análisis, agregando que las acciones de la energética «parecen baratas, en términos de múltiplos de precio/beneficio esperados».
«Aunque Repsol ofrece atractivos retornos para los accionistas, la distribución total de aproximadamente 1.800 millones de euros está cubierta en menos del 25% por el flujo de caja libre orgánico (FCF), según nuestras estimaciones, y el resto depende de la consecución de objetivos ambiciosos de rotación de activos renovables», añade Jefferies, que concede a la compañía de Antonio Brufau la recomendación de Mantener y un precio objetivo de 12 euros por acción.
«Repsol parece barata según los múltiplos de valoración; sin embargo, esperamos que esto siga siendo así dada la incertidumbre sobre la estrategia de upstream y los márgenes de refinación» -concluye el informe- «A los niveles actuales, la compañía ofrece una atractiva perspectiva de retornos para los accionistas, con un sólido rendimiento por dividendo respaldado por recompras anuales de acciones; sin embargo, señalamos un flujo de caja libre para los accionistas relativamente limitado, lo que podría significar menores retornos para los accionistas a medio plazo».
UNAS CUENTAS CONDICIONADAS POR EL MAL MOMENTO DEL PETRÓLEO
En el primer trimestre de 2025, Repsol registró importantes retrocesos en las métricas más relevantes, afectadas por la inestabilidad del mercado de combustibles fósiles y el descenso en picado del negocio químico.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) de la petrolera se quedó en 14.408 millones de euros, un descenso del 5,1% interanual, frente a 11.793 millones de euros estimados. Al beneficio neto le fue aún peor: 366 millones de euros frente a los 969 millones de euros del primer trimestre de 2024 y los 616,4 millones de euros que, según las estimaciones, debería haber reportado entre enero y marzo del presente ejercicio.
El beneficio por acción se quedó en 0,30 euros (0,79 euros en el primer trimestre de 2024), frente a 0,532 euros estimados; mientras que en el área de producción se registraron 540.000 barriles diarios, igual que lo publicado preliminarmente el 7 de abril, lo que también supone un desplome en comparación con los 590.000 barriles diarios en el primer trimestre de 2024.
Con todo, y considerando el difícil momento que vive el negocio de los combustibles fósiles, Jefferies considera que los resultados reportados por Repsol en el primer trimestre del año son «sólidos, manteniendo las perspectivas a corto plazo».