miércoles, 14 mayo 2025

La OCU te salva de que te vacíen la cuenta: Este es el SMS o email que nunca, bajo ningún concepto, debes abrir

Vivimos tiempos complicados en el ciberespacio, donde la picaresca de siempre se ha disfrazado con tecnología punta para intentar colarse hasta la cocina de nuestras finanzas personales. La proliferación de estafas digitales, especialmente aquellas que suplantan la identidad de entidades bancarias o servicios de confianza, se ha convertido en una auténtica pesadilla para muchos ciudadanos que ven cómo sus ahorros peligran ante un simple clic desafortunado o un mensaje malinterpretado, algo sobre lo que la OCU lleva tiempo alertando con insistencia. Es una guerra silenciosa que se libra cada día en nuestros móviles y ordenadores, una batalla en la que estar bien informado es nuestra mejor coraza.

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El ingenio de los ciberdelincuentes parece no tener límites, refinando constantemente sus métodos para que sus trampas parezcan comunicaciones legítimas y urgentes, buscando provocar una reacción impulsiva en la víctima. Ya sea mediante un SMS que apremia a actualizar datos bancarios bajo amenaza de bloqueo de cuenta o un correo electrónico que anuncia un reembolso inesperado que requiere nuestros datos para hacerse efectivo, el objetivo final es siempre el mismo: obtener nuestras credenciales de acceso o datos personales sensibles para saquear nuestras cuentas. La velocidad y la sofisticación de estos ataques hacen que la prevención y la cautela sean más necesarias que nunca, siguiendo las recomendaciones de organismos como la Organización de Consumidores y Usuarios.

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SEÑALES DE ALERTA INCONFUNDIBLES: QUÉ BUSCAR EN MENSAJES SOSPECHOSOS

Fuente Pexels

Afortunadamente, aunque los timadores refinan sus técnicas, suelen dejar pistas que pueden delatarlos si prestamos la suficiente atención y mantenemos la calma antes de hacer clic. Uno de los indicadores más habituales son los errores gramaticales o de ortografía en el texto del mensaje, así como el uso de expresiones poco naturales o traducciones deficientes, algo que una entidad seria difícilmente cometería en sus comunicaciones oficiales. También es frecuente que los saludos sean genéricos, del tipo «Estimado cliente», en lugar de personalizar el mensaje con nuestro nombre, aunque esta técnica también está siendo mejorada por los estafadores.

Otro aspecto crucial es la dirección del remitente del correo electrónico o el número desde el que se envía el SMS, que a menudo no coincide con los canales oficiales de la entidad suplantada, pudiendo ser direcciones extrañas o números de teléfono no reconocibles. Los enlaces incluidos suelen tener direcciones web sospechosas que, aunque intenten parecerse a la original, contienen pequeñas variaciones o dominios extraños (.info, .biz, .xyz en lugar de .es o .com). Jamás debemos confiar en mensajes que soliciten información personal sensible como contraseñas, números de tarjeta completos, PINs o claves de firma digital, ya que ninguna entidad legítima pide estos datos por email o SMS, un consejo que la OCU reitera constantemente.


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