En la era digital, el móvil se ha convertido casi en una extensión del cuerpo. Lo llevamos a todas partes, confiamos en él para gestionar prácticamente todo y, sin darnos cuenta, lo abrimos a un montón de riesgos invisibles. La suplantación de identidad no es ciencia ficción ni algo que le pasa a otros. Le puede pasar a cualquiera. Y cuando ocurre, el desconcierto es total.
La OCU lo ha dicho claro: las estafas por suplantación de identidad han crecido de manera alarmante. Y no solo es importante saber que se puede reclamar, sino también cómo hacerlo. Porque sí, hay un camino. Y la organización está decidida a que todos los consumidores lo conozcan…
2Las empresas suplantadas: mucho más que un fallo de seguridad

Total, Repsol, Iberdrola, Telefónica… la lista de empresas cuya imagen ha sido usada en este tipo de estafas es larga. Y eso sin contar con entidades públicas como la Guardia Civil o incluso la propia DGT. El problema va más allá de un simple clic equivocado. Esas marcas no siempre avisn a tiempo a los usuarios de que sus datos pueden estar comprometidos.
La OCU lo critica abiertamente. No solo por que los protocolos de seguridad hayan fallado, sino porque muchas veces las filtraciones no se comunican con la rapidez necesaria. Eso impide a los consumidores reaccionar a tiempo y ponerse a salvo. Y en este tipo de fraudes, cada minuto cuenta.