«El bajo rendimiento continuado de BP la hace vulnerable a una posible adquisición». Son palabras de una fuente cercana a Elliot Management, el fondo de inversión activista que en los últimos meses ha estado dictando el rumbo de la petrolera. La noticia, filtrada por el periódico Financial Times, señala a varios ‘pesos pesados’ de la industria que estarían interesados en meterse al gigante caído en el bolsillo.
En concreto, la información dice que Shell, Chevron, ExxonMobil y TotalEnergies, así como la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dabi (Adnoc), han evaluado la posibilidad de comprar BP, mientras que la comercializadora de petróleo Vitol podría estar interesada en ciertas partes del negocio.
El interés de Shell ya había sido adelantado por Bloomberg a principios de mayo, revelando que varios bancos de inversión ya están trabajando en la fórmula del acuerdo. Sin embargo, Shell estaría esperando a que el precio de BP descendiera aún más, en línea con la dinámica bajista del petróleo.
BP, UN ENFERMO HECHO DE ORO
La publicación de FT estima en más de 140.000 millones de euros el valor de los activos que posee BP, excluyendo su deuda. Esta cantidad más que duplica su actual capitalización bursátil, que alcanza aproximadamente 67.000 millones de euros.
Los activos de petróleo y gas de BP, incluidos aquellos en el Golfo de México y su negocio de petróleo de esquisto en Estados Unidos, superan a su valor de mercado, alcanzando los 73.000 millones de euros, según desveló el analista de UBS, Joshua Stone, en declaraciones a Reuters. Sin embargo, la empresa británica está lastrada por una deuda milmillonaria y obligaciones a largo plazo, incluidas las derivadas del derrame de petróleo de Deepwater Horizon en 2010.
Catástrofes ambientales aparte, el recorrido financiero de BP en los últimos años ha sido un tropiezo tras otro. El último tuvo lugar el pasado febrero, cuando la dirección de BP anunció un ‘golpe de timón’ en su enfoque estratégico: dejar a un lado las renovables e incrementar la inversión anual en petróleo y gas hasta los 10.000 millones de dólares (9.500 millones de euros), volviendo a centrarse en los combustibles fósiles, con el objetivo de mejorar los rendimientos.
EL PASADO FEBRERO, BP ANUNCIÓ SUS PLANES DE INCREMENTAR SU INVERSIÓN EN PETRÓLEO Y GAS EN DETRIMENTO DE LAS RENOVABLES. EL ESTALLIDO DE LA GUERRA COMERCIAL Y LA DEBILIDAD DE LOS PRECIOS DEL CRUDO HAN HECHO SALTAR EL PLAN POR LOS AIRES
La petrolera redujo en más de 5.000 millones de dólares su inversión anual prevista en negocios de transición respecto a su pronóstico anterior, situándola entre 1.500 y 2.000 millones de dólares al año. Pocas semanas después de que la cúpula del gigante hiciera pública esta decisión, el plan saltó por los aires con el estallido de la guerra comercial que ha arrojado los precios del crudo al sótano. Entidades como Citi Research y Goldman Sachs prevén que el petróleo se moverá entre los 60 y los 65 dólares por barril este año, a leguas de los 70 dólares sobre los que BP ha diseñado su estrategia de negocio.
También en febrero, el CEO de BP, Murray Auchincloss, prometió acometer una reestructuración estratégica dirigida a reducir la deuda neta de la empresa -que era de unos 23.000 millones de dólares a finales del año pasado- a entre 14.000 y 18.000 millones de dólares para finales de 2027.
BP confirmó que este año reducirá más del 5% de su fuerza laboral global, en un proceso de ajuste que ya se ha cobrado las cabezas del equipo de investigación de gases renovables y la jefatura de sostenibilidad
Este proceso de ajuste ya se está haciendo notar en la plantilla del gigante petrolero. El pasado enero, BP confirmó que este año reducirá más del 5% de su fuerza laboral global. Aproximadamente 4.700 empleados y 3.000 puestos de contratistas serán eliminados este año, informó BP a Reuters. Los recortes fueron anunciados en un memorando interno al que tuvo acceso la agencia.
Esta dura medida se enmarca en los esfuerzos de Auchincloss para reducir costos y recuperar la confianza de los inversores en la gigante energética. El recorte ya se ha cobrado las cabezas del equipo de investigación de gases renovables y la jefatura de sostenibilidad, entre otros.