Comprar un coche nuevo hoy en día no es precisamente una decisión fácil. Y menos si hablamos de un coche eléctrico. Lo que parecía ser el futuro prometedor de la automoción ha tropezado con una realidad mucho más compleja: precios elevados, escasez de puntos de carga y una demanda que simplemente no despega. Pero donde unos ven problemas, otros ven oportunidades. Y ahí es donde entra el truco del que ha hablado la OCU.
Aunque hace unos años se auguraba una explosión de ventas de vehículos eléctricos, lo cierto es que las cifras actuales distan mucho de ese escenario ideal. En España, por ejemplo, ni siquiera alcanzan el 1 % del parque móvil. Y eso ha traído consecuencias inesperadas, entre ellas una caída vertiginosa en el valor de los coches eléctricos de segunda mano.
4¿Y qué pasa con la batería?

Uno de los mayores temores cuando se habla de eléctrics usados tiene que ver con el estado de la batería. La duda sobre su degradación, su autonomía real o su rendimiento con el paso del tiempo es razonable. Pero también tiene solución.
Existen formas rápidas de comprobar el estado de la batería antes de comprar. Un test técnico permite saber si esa batería está todavía en buen estado o si, por el contrario, ha perdido demasiada capacidad, lo que condicionaría el uso del vehículo.