Llega el anhelado verano, esa época del año en que la mente vuela hacia playas soleadas, montañas frescas o ciudades por descubrir, un tiempo para recargar pilas y escapar de la rutina. Sin embargo, esta ilusión puede verse empañada si no estamos alerta, ya que la OCU constantemente nos recuerda que los timadores también hacen su agosto aprovechando nuestro deseo de descanso y nuestra bajada de guardia natural cuando pensamos en vacaciones. Es un clásico, como el gazpacho en julio, pero mucho menos refrescante.
Los engaños vacacionales se han sofisticado enormemente, y ya no basta con el sentido común para esquivarlos, porque los métodos son cada vez más pulidos y convincentes. Desde ofertas que parecen demasiado buenas para ser verdad, hasta complejos entramados digitales diseñados para cazar incautos, los ciberdelincuentes y estafadores tradicionales han afinado sus técnicas, convirtiendo el sueño de unas vacaciones perfectas en una auténtica pesadilla para muchos desprevenidos. Por ello, contar con información fiable y actualizada se convierte en nuestro mejor salvavidas antes de zarpar hacia la aventura estival.
3BILLETES AL PARAÍSO… O A NINGUNA PARTE: EL FRAUDE EN LOS TRANSPORTES

La compra de billetes de avión, tren o autobús también es un terreno abonado para los estafadores, quienes clonan páginas web de compañías de transporte de renombre o crean agencias online ficticias con una apariencia profesional y muy convincente. El modus operandi habitual implica ofrecer tarifas increíblemente atractivas que, una vez pagadas, se traducen en billetes falsos o inexistentes, dejando al consumidor sin viaje y sin dinero justo cuando se dispone a iniciar sus ansiadas vacaciones. La frustración y el perjuicio económico pueden ser enormes, especialmente si se viaja en grupo o familia, y la OCU advierte sobre el aumento de estos timos con la digitalización.
Ante esto, las alertas de la OCU son claras y contundentes: es crucial verificar la autenticidad de la página web donde se realiza la compra, buscando el candado de seguridad en la barra de direcciones y el protocolo «https», y desconfiar sistemáticamente de precios excesivamente rebajados respecto a la media del mercado para esa ruta y fecha. Siempre es preferible reservar directamente con las compañías oficiales o a través de intermediarios de reputación contrastada y con buenas valoraciones, evitando enlaces sospechosos recibidos por correo electrónico o mensajería instantánea que redirijan a sitios de dudosa fiabilidad. La seguridad en la transacción es primordial.