Con el calor llamando a la puerta, los helados se convierten en uno de los productos estrella del supermercado. Cada primavera, y especialmente en mayo, vuelven a llenar los congeladores de las grandes superficies, listos para acompañarnos en las tardes de sol. Pero, aunque parezca una elección inofensiva, lo cierto es que no todos los helados son iguales. De hecho, algunos esconden más sombras que frescura. Y es la OCU quien ha puesto el foco en ello.
El nuevo informe de la OCU no deja lugar a dudas: entre 50 helados infantiles analizados, hay al menos tres que, por sus características nutricionales, no deberían ocupar un sitio tan habitual en la cesta de la compra. Lo preocupante es que se trata de marcas muy conocidas, de esas que muchos consideran una apuesta segura. Sin embargo, la realidad nutricional que esconde cada mordisco es mucho menos dulce de lo que parece.
8La OCU, como siempre, poniendo las cartas sobre la mesa

En medio de tanta oferta y tanto envoltorio atractivo, informes como este vuelven a cumplir su función: poner luz donde antes había solo intuicón. Lo que comemos importa, y conocer los ingredientes es el primer paso para cuidarse de verdad.
Y eso no implica renunciar al helado. Solo se trata de saber elegir. Porque una decisión consciente puede marcar la diferencia entre un placer ocasional… y un hábito poco saludable.